domingo, 21 de agosto de 2011

¿BASTA YA DE LÍDERES?

Los malos líderes tienen empleados, no seguidores
Hay palabras que son como los zapatos: de tanto usarlas se desgastan hasta que se caen a pedazos. Eso le pasa al liderazgo.
¿Quién no ha leído un libro sobre este tema? ¿Cuántas veces le han hablado de la importancia de ser un buen líder? Sin mencionar los cursos, seminarios y talleres de todo tipo que pretenden pulir todas las aristas del directivo para convertirle en el mejor guía, el más brillante e innovador, aquél que se rifan todas las empresas. Seth Godin asegura en su libro Tribus que los herejes son los nuevos líderes, “son quienes desafían el ‘statu quo’, quienes se ponen a la cabeza de sus tribus, quienes crean movimiento”.
Las redes sociales han entrado de lleno en el juego de la comunicación para quedarse. Se han impuesto como las grandes aliadas de los nuevos líderes y de las tribus, que buscan ansiosas un guía a quien seguir, alguien con quien identificar sus pensamientos y compartirlos para alimentar otras tribus. Los nuevos sistemas de comunicación, su asentamiento en las relaciones humanas y su capacidad de expansión, han transformado el concepto de liderazgo. Porque Internet ha anulado la geografía y ahora no resulta nada complicado coordinar la acción y crecer.
Porque los líderes tienen seguidores, mientras que los directores tienen empleados: “Los directores hacen cosas. Los líderes hacen posible el cambio”. Godin menciona a Barack Obama, capaz de juntar 50 millones de dólares en 28 días. Pero no hace falta llegar a presidente de los Estados Unidos para arrastrar un gran número de personas.
Los reyes destronadosUna de las cualidades que hacen invencibles a los líderes es su generosidad. “Los líderes dispuestos a dar algo son más productivos que aquellos que tratan de obtener algo. Más sorprendente aún es que el propósito del líder importe. Las tribus pueden ‘oler’ por qué alguien reclama su atención. Pretender ser el número uno es una actitud que no resulta rentable”.
Afirmaciones de este tipo invitan a un nuevo planteamiento de vida en el que cualquiera con una buena idea, iniciativa y que haga buen uso del ingenio puede emular hasta al mismo Obama. “Sin líderes no hay seguidores. Usted es un líder. Le necesitamos”, increpa Godin.
¿No se atreve? Sólo necesita algo en lo que creer, aférrese a ello y compártalo. Ni siquiera hace falta que sea nuevo. Fíjese en algunos ejemplos españoles. Así, Karlos Arguiñano ha convertido la cocina sencilla y tradicional en su mejor bandera y, Falsarius Chef, otro artista del gremio gastronómico, ha hecho de la impostura la esencia de sus platos.
Godin menciona el caso de Gary Vaynerchuck. Director de Wine Library TV, ha construido su tribu. Millones de personas recurren a él por su pasión por el vino. Les ayuda a descubrir nuevos caldos y a entenderlos mejor. Como los cocineros mencionados, Gary no crea mercado para su audiencia, ni tampoco lo administra; él lidera la tribu “en un acto de generosidad y combustible para un movimiento, no es un truco de márketing. Él no presiona, él lidera”.
Provocar el cambio depende de uno mismo y, a veces, ni siquiera hace falta una idea. ¿Es feliz con lo que hace? ¿Cree en ello? Godin da una visión tan revolucionaria como razonable que no deja a nadie indiferente.
Parece claro que vivimos en un mundo en el que es posible que las cosas cambien y ahí fuera hay un mercado que implora que seamos extraordinarios... pero nos atascamos, “en industrias que no solamente evitan el cambio, sino que activamente luchan contra este. Con miedo a qué dirá nuestro jefe, porque tenemos miedo a tener problemas”.
Godin continúa explicando que, “principalmente estamos inmovilizados actuando como gerentes o empleados, en vez de como los líderes en los que nos podríamos convertir. Estamos adoptando una fábrica en lugar de una tribu”.
¡Adiós jefe!El mundo está cambiando y Godin menciona que en un entorno estable es bueno ser rey. “Un monarca reúne su propia tribu basándose en razones geográficas y utiliza su poder para asegurarse su subordinación”. Y lo mismo sucede en las grandes corporaciones: se construyen alrededor del presidente del consejo de administración, con todas sus ventajas y su poder.
Pero el autor de Tribus asegura que el márketing lo ha cambiado todo, crea influencia y, en algunos casos, determina si el presidente del consejo de administración debe seguir o se va. Para ilustrar este poder menciona a Carly Fiorina: “Ella lo aprendió por las malas”.
La revolución que propone Godin no está a la vuelta de la esquina. Nos hemos tropezado con ella y lo único que hay que hacer es participar en ella y, como dice el autor del libro, pensar la manera de escapar del miedo: “Creo que tú también puedes poner en cuestión tu miedo, trazar un plan que lo haga obsoleto.
No se trata de que sigas ninguna táctica ingeniosa o de que aprendas una manera mejor de escribir un memorándum para tu jefe. Se trata de que tengas claro (y que hagas que los demás también lo tengan) que el mundo está pidiendo ahora que cambiemos. Y rápido”.
Ellos lo consiguieron... con muy poco1. Chris Sharma ha cambiado las reglas del deporte de la escalada: en vez de ascender pegado a la pared, salta. Lo llaman ‘dyno’. Durante un tiempo fue polémico, pero luego le respaldaron. Si persevera en una visión puede hacer que llegue el cambio, ya sea escalando montañas u ofreciendo distintos servicios.
2. Jack es un restaurante ocasional dirigido por Danielle Sucher y Dave Turnar en Brooklyn. Sólo abren el restaurante veinte veces al año, los sábados por la noche. En su página web puedes acceder a su menú y si quieres, haces la reserva y pagas en el momento. También tienen un blog a través del que interactúan con sus clientes. Crean platos para sus comensales.
3. El secreto del expresidente de EEUU Ronald Reagan era escuchar y valorar lo que oía y luego tomar una decisión basada en lo que le aconsejaban. Por ello, causaba buena impresión a sus consejeros, adversarios y votantes. “La gente quiere estar segura de que escuchas lo que dices, y no le importa tanto si luego haces o no lo que te dice”.
4. Tasmin Little, la violinista,es un prodigio que ha logrado popularizar la música clásica.Su música es gratuita (http://www.tasminlittle.org.uk) puedes oírla y poner tus comentarios. Visita prisiones y ciudades y escuelas pequeñas para actuar. Little no es una aficionada, es una líder.
Ponga un termostato en su empresa para controlar el cambioCuando se trata de medir el clima laboral, es decir, cómo se sienten las personas que trabajan en una organización, si están o no satisfechas para desarrollar su función, las empresas mencionan el termómetro laboral.
Se supone que este sistema puede medir asuntos como la satisfacción laboral o el orgullo de pertenencia, valores que si se acercan al diez son una garantía de buenos resultados. Sin embargo, Seth Godin asegura en ‘Tribus’ que un termostato es mucho más valioso que un termómetro y aporta algunas razones para justificarlo.
En su opinión, un termómetro indica que algo se ha roto. “Es un indicador, nuestro canario en la mina de carbón. Los termómetros nos dicen cuándo estamos gastando demasiado, cuándo ganamos cuotas de mercado o si no respondemos al teléfono con suficiente rapidez. Las organizaciones rebosan de termómetros humanos. Son los que critican, señalan o sólo se quejan”.
Por estos motivos apuesta por el termostato como la herramienta más valiosa, porque controla en cambio en el entorno en sincronía con el mundo exterior. “Cada organización necesita al menos un termostato. Son los líderes que pueden crear cambio en respuesta al mundo exterior y hacerlo coherente a largo plazo”.Godin anima a cada individuo a ser impertinente, a provocar un cambio coherente y con cierta estabilidad.
Crear un micromovimiento, un ‘movimiento silo’ que sea propulsado por la gente que decide seguirlo. Entre las pautas para generarlo menciona la publicación de un manifiesto, procurar que tus seguidores puedan estar en contacto contigo, tratar de que tus seguidores puedan estar en contacto entre sí, comprender que el dinero no es el objetivo de un movimiento y llevar un registro de los avances. Una guía que ha hecho más fuertes a pequeños líderes. ¿Se anima?
¿Por qué debe actuar?1. Se espera que todos en una organización lideren.
2. La estructura del mercado facilita el cambio.
3. El mercado recompensa a las empresas y personas que cambian las cosas.
4. Es comprometedor, emocionante, rentable y divertido.
5. Hay una tribu de empleados, clientes, inversionistas y lectores esperando que los conecte.

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