domingo, 27 de julio de 2014

EL DESAFÍO DE SUSTITUIR A ALGUIEN QUE PARECÍA PERFECTO

El desafío de sustituir a alguien que parecía perfecto

Llegar nuevo a una empresa no es fácil. Menos aún si aterrizas para asumir el cargo de alguien que dejó el listón muy alto. Para evitar confrontaciones deberás analizar bien la situación y crear tu estilo.

TIM COOK El nuevo consejero delegado de Apple todavía tiene que lidiar con la huella que dejó Steve Jobs. Aunque ha impuesto otro orden y una nueva estrategia de gestión, todavía se obliga a sí mismo a no pensar en qué hubiera hecho en su lugar el que fuera el fundador de la compañía tecnológica.
Tim Cook todavía vive a la sombra de Steve Jobs casi tres años después de ocupar su cargo como consejero delegado en Apple. Sustituir a un profesional que parece perfecto no es una tarea sencilla. Las comparaciones y las exigencias, tanto del jefe como de los compañeros, y los juicios de valor son algunos de los obstáculos a los que se tendrá que enfrentar el nuevo fichaje. Pero esta situación no dura siempre. Si el profesional que entra sabe jugar bien sus cartas y tiene paciencia sabrá hacerse con el puesto.
A todos nos cuesta adaptarnos a los cambios y, como apunta Genoveva Vera, psicóloga coach ejecutiva y experta en liderazgo, "el miedo a perder el estatus, los privilegios o la tranquilidad hace que la persona que llega para sustituir a un insustituible sea recibida con cierta inquietud y reparos". De ahí que lo ideal para aterrizar con buen pie en un equipo que todavía guarda luto por la pérdida de su estrella sea "escuchar y entender qué era lo que hacía de ese profesional alguien indispensable y tomar lo bueno de sus prácticas y de su modelo de gestión y hacerlo tuyo", aconseja José Luis Pascual, manager de Page Consulting. Humildad La humildad es clave. Los expertos recomiendan hablar con los compañeros y el responsable del equipo para que te expliquen qué se espera de ti y no imponer tu estilo de trabajo desde el primer minuto. "Hay que ser prudente y paciente, y preguntar sin miedo todas las dudas que te surjan. Cada empresa tiene su propia cultura, sus valores y costumbres que hay que conocer cuanto antes para integrarse de forma natural. Una vez que te ganes la confianza de la gente que trabajará contigo podrás ir introduciendo tu know how", explica Vera. Se trata, en definitiva, de que tu llegada no desestabilice al equipo.
También tienes que asimilar que nadie es insustituible. Así lo consideran todos los expertos y así lo afirma Sergio Hinchado, mánager de Hays. Para Hinchado no existe este tipo de profesional, "lo que sí puede haber son trabajadores imprescindibles para una empresa determinada, pero no para un puesto". El mánager de Page Consulting tampoco cree en las personas insustituibles, pero sí considera que hay quien se gana un sitio en la empresa porque "genera un entorno de alto rendimiento a su alrededor y cuenta con la actitud y el compromiso". Reacciones Aunque no sea imprescindible, cuando esa persona se marcha, tanto sus jefes como sus compañeros sienten el vacío y esperan, a disgusto en la mayoría de los casos, a su sustituto. Si eres el que tiene que pasar por ese trámite deberás llegar con confianza y seguridad en ti mismo. Actitudes indispensables que, sin embargo, no te librarán de las típicas reacciones del equipo.
Hay que estudiar bien la cultura de la empresa y sus costumbres para poder integrarse
Los primeros momentos de la llegada a un nuevo trabajo son vitales para establecer contacto con los demás. Así lo cree Vera, quien recuerda que "todavía hay muchas personas que se dejan llevar por las primeras impresiones, lo que puede condicionar las relaciones laborales y personales". Por eso, la psicóloga y coach sugiere "utilizar estos primeros momentos para dejar claro que vienes a sumar, a compartir y generar buen ambiente. Es fundamental centrarse en crear buenos lazos porque, por muy bien que hagas tu trabajo, si no suscitas buen clima laboral tus capacidades profesionales quedarán ensombrecidas". Un objetivo que deberás asumir desde el principio, aunque no sea tuya toda la responsabilidad. El jefe debería ser quien te prepare un plan de integración para que conozcas desde el principio, y antes de incorporarte al puesto, al resto de la plantilla.
No obstante, a veces se cometen errores a pesar de haberse preparado. El mánager de Page Consulting recuerda que "nunca te debes precipitar. No puedes transformarlo todo y borrar de un plumazo lo que hizo tu antecesor". Todo el mundo va a estar atento a cualquiera de tus movimientos y van a exigirte estar a la altura. “Al principio todo van a ser barreras y comparaciones, de ahí que lo importante sea entenderlos y actuar como uno mismo. La clave es hacerte un hueco y buscar tu diferenciación”, dice Pascual. En el fondo, asegura Hinchado, "las reacciones que te encuentres no deben hacerte perder el objetivo".
Genoveva Vera resume los comportamientos que tienes que evitar si quieres que tu nuevo puesto de trabajo tenga futuro: "La prepotencia, presumir de currículo, imponer tu estilo de trabajo, ser distante, preguntar a modo de cotilleo, ir de listillo, ser clasista, poner en entredicho la profesionalidad del insustituible, no hablar constantemente de lo que hacia el que se fue, ni de lo que tú te encargabas en tu anterior empleo". Estilo propio Llegar como "un elefante en una cacharrería" no es la mejor manera de que te acepten en tu nuevo puesto. Como tampoco lo es imitar lo que hacía tu antecesor.
A tu llegada serás objeto de comparaciones y juicios de valor por parte de la plantilla
José Luis Pascual cree que "puedes intentar ser alguien que no eres por un tiempo determinado, pero esa actitud te pasará factura porque en momentos de presión saldrá a relucir tu propia personalidad".
Hay que ser natural y no pretender hacer sombra a alguien que se convirtió en la estrella de la plantilla. Y, aunque todos asumimos funciones que no son propias de nuestro puesto, "si ese profesional era el entrenador de fútbol del equipo de la empresa, por ejemplo, y a ti no te gusta ese deporte, no tienes por qué aceptar esa responsabilidad", menciona Pascual.
Vera considera que, para evitar problemas, lo mejor es pedir por escrito la descripción de las tareas que la otra persona realizaba con la excusa de que quieres cumplir las expectativas que se tienen sobre ti: "De esta manera es más probable que tu nuevo jefe no sienta la tentación de pedirte que hagas cosas que no te corresponden. Esto te servirá, además, para demostrar que haces todo lo relacionado con tu cargo y que si eventualmente haces algo que no afecta al objetivo de tu trabajo no significa que tengas la obligación de hacerlo por norma".
Los cambios son inevitables y cada cual tiene una manera de hacer las cosas. Tú también la tendrás, pero introducir modificaciones de primeras no te resultará fácil. Los expertos aconsejan analizar bien la forma que esa nueva empresa tiene de trabajar, informarse bien y aceptar opiniones de tus nuevos colaboradores y explicar las opciones para que la empresa siga creciendo sin desprestigiar a tu predecesor.

martes, 22 de julio de 2014

EL VACÍO DEL ADIOS


La huella que dejas cuando te marchas

  • Tan importante es llegar bien a un nuevo trabajo como irse del anterior sin formar ninguna escena. Cuando decides cortar con tu compañía debes comunicarlo con tiempo y orden. Si te echan hay que evitar los 'prontos' y las malas reacciones. Tu marca depende de ello.
Quién no ha recibido, en alguna ocasión, un correo electrónico de un compañero que se marchaba de la empresa agradeciendo el tiempo compartido con la plantilla y el apoyo de sus jefes. Este es uno de los detalles que los expertos aconsejan tener cuando dejas la compañía para la que trabajas. Aunque no el único. Irse bien es tan importante como presentarse de manera correcta en un puesto de trabajo nuevo. La imagen que dejas en esa organización el día de tu marcha puede quedar grabada en las retinas de tus ya ex jefes y suponer una buena o una mala referencia para futuros trabajos.
Cerrar tu relación laboral de una manera educada y elegante puede a veces resultar complicada. Sobre todo cuando el cese no es voluntario. Aun así, hay que comportarse de manera profesional y dejar las rabietas para casa. Baja voluntaria Cuando la salida es voluntaria lo habitual es notificar la baja a tu jefe directo y luego comunicarlo a recursos humanos, acompañándolo por una carta, y por último a los compañeros. Andrés Pérez Ortega, consultor en posicionamiento personal, advierte, sin embargo, de que "hay que ser escueto con la información que se les da a los colegas del trabajo, ya que éstos pueden llegar a convertirse en un futuro en socios o en competencia". Pérez Ortega cree que "los profesionales tienen que dejar de pensar como empleados para comenzar a sentirse empresas que trabajan para otras compañías", de ahí la importancia de ser discreto con tus planes laborales.
En el fondo, cualquier sector profesional es un pañuelo y, como recuerda Noelia de Lucas, directora comercial de Hays España, "todos estamos conectados y si has decidido abordar este reto tendrás que echarle coraje y pensar en tu marca personal. Te juegas tu reputación y debes dar los pasos adecuados en la despedida". De Lucas recomienda tomarse este momento de salida también como un momento de reflexión “y pensar en ti mismo y en tu futuro". Salida forzada Muy diferente es la sensación que se tiene cuando eres llamado al despacho de tu responsable y recibes la amarga noticia de que ya no formas parte del equipo. En ese momento debes reunir valor y actuar con dignidad. Genoveva Vera, psicóloga coach ejecutiva y experta en liderazgo, sabe que es complicado mantener las formas en una situación como ésta, en la que sólo se te pasan por la cabeza dudas, miedos e incertidumbre, pero "hay que romper con esa espiral y preguntarse para qué me está pasando esto. Aunque resulte duro decirlo, la mayoría de las veces un despido suele servir para encontrar nuevos caminos profesionales en los que te sientas más feliz y realizado".
Pero hasta que regrese la estabilidad hay que ser prudente. Nada de gritos ni malas palabras, lloros o súplicas porque entonces "habrás tirado por tierra todo el esfuerzo y el trabajo en el que has dado lo mejor de ti mismo", advierte Vera. La calma es clave en este proceso, sobre todo en esta época en la que todo pasa por el filtro de las redes sociales. Pérez Ortega recuerda que hace unos años, si se montaba una escena el día que te echaban no se enteraban más que tus allegados y colegas de profesión. "Sin embargo, ahora, con las redes todos acaban siendo testigos de tu drama y de tu mala actuación y la peor impresión que dejaste si tu reacción no es adecuada". Tampoco deberías desahogarte con los compañeros de trabajo, aunque tengas mucha confianza con ellos. De Lucas aconseja no hacer juicios rápidos sobre lo sucedido ni contar medias verdades. En cualquier caso, "por general y desde mi experiencia, las rabietas no suelen producirse. Normalmente la gente en estas situaciones se viene arriba y trata de irse con la mayor dignidad". Futuro trabajo La huella que dejas cuando te marchas de un trabajo puede dejar marca, hasta tal punto que manche tu reputación y te reste opciones futuras. De ahí que no sólo sea imprescindible marcharse de forma correcta y analizando las causas de tu baja, sino también contar de manera franca las razones de tu salida en tu anterior empresa cuando te enfrentas a una entrevista de selección. Así, si las razones de tu despido fueron de índole personal, Vera aconseja explicar los motivos con la verdad por delante, "aunque no necesariamente tenemos que contarlo todo al detalle de forma que pueda llegar a perjudicarte, porque hay que tener en cuenta que las razones por las que una organización te despide pueden ser favorecedoras para que otra empresa te contrate".
Los expertos coinciden en que lo mejor, en una argumentación general a propósito de tu marcha, es explicar que tu perfil no era el que esa compañía que te echó necesitaba en ese momento. Si te fuiste bien de esa empresa seguramente que las referencias que den sobre ti encajarán con tus explicaciones. RECUPERA TU REPUTACIÓN PERSONAL Asume tu error. Si has cometido algún fallo, mentir y ponerse a la defensiva no es la mejor estrategia. Aunque es difícil asumir los errores es la mejor manera de recuperar credibilidad y confianza.
Pedir perdón. Admitir publicamente los fallos y disculparse por sus consecuencias es la mejor manera para reparar la reputación dañada.
Repara los daños. Si has hecho algo mal, pero te esfuerzas por compensar el daño se minimizan las consecuencias.
Paciencia. Crear una buena marca personal lleva tiempo. No es algo que se pueda construir en un día. Lo importante es no perder de vista tus principios y valores para no crear desconfianza.

domingo, 13 de julio de 2014

¿EMPRESA SOCIAL?

La solidaridad puede ser tu nuevo negocio

Poner en marcha una empresa con un importante componente social también puede ser rentable. Se requiere creatividad, un buen plan de negocio y constancia.
FamilyApp Guillermo Pardo (a la izquierda) y Óscar Márquez son dos de los seis socios que componen esta plataforma en la que los donativos tienen recompensa. Se pusieron en marcha con una inversión inicial de 17.000 euros.
FamilyApp Guillermo Pardo (a la izquierda) y Óscar Márquez son dos de los seis socios que componen esta plataforma en la que los donativos tienen recompensa. Se pusieron en marcha con una inversión inicial de 17.000 euros.
Jonathan Hurtado decidió poner en marcha HealthEye en 2013 para ayudar a personas que padecen enfermedades raras, "un colectivo que está olvidado", lamenta. Su proyecto nace como una red social para unir a enfermos con dolencias poco corrientes. Una idea con un fuerte componente social que, según Hurtado, "nunca se puede perder, aunque también debas demostrar a tus clientes, socios y usuarios la sostenibilidad y la transparencia del modelo". Sus ingresos proceden de la publicidad de tres tipos de clientes: "Psicólogos, fisioterapeutas y servicios de aparatología. Las personas o familiares que viven con una enfermedad rara necesitan estos servicios. Usuarios de toda España y un target tan objetivo es nuestra ventaja".
El gran reto de estas firmas es casar la economía social con la de mercado. Un objetivo difícil, pero no imposible. Guillermo Pardo y sus socios parecen haber dado con la clave. A principios de este año lanzaron FamilyApp, una especie de marketplace de ONG en el que los donantes reciben una contrapartida por su solidaridad. "Es un win to win. Ayudamos a los que ayudan. Es muy sencillo: donas un mínimo de 10 euros al año a cualquier organización que esté presente en nuestra plataforma y te beneficias de descuentos con empresas con las que tenemos acuerdos", explica Pardo. Con su start up demuestran que ser solidario es rentable y, además, ofrecen alternativas de financiación a las ONG que están sufriendo los recortes en las subvenciones en un momento en el que la demanda social es mucho mayor.
Debien Raúl Ortiz y su familia han puesto en marcha esta marca de alimentación con la que, además, ayudan a los bancos de alimentos.
Debien Raúl Ortiz y su familia han puesto en marcha esta marca de alimentación con la que, además, ayudan a los bancos de alimentos.
El cien por cien de los donativos de los usuarios se destina a estas organizaciones sin ánimo de lucro. FamilyApp recibe una comisión únicamente por cada venta que hacen las empresas asociadas, entre ellas Galp. Pardo garantiza que su modelo de negocio no tiene competencia, que son los primeros en llegar al mercado con esta idea que propone innovación social en la captación de recursos para ONG. Y tiene recorrido. Al menos según un informe elaborado por Esade, PwC y La Caixa, La reacción del tercer sector social al entorno de la crisis, que señala que la financiación a ONG no volverá a los niveles de 2007. "Según las previsiones para los próximos años, en los escenarios más conservadores se producirían caídas de entre un 3% y un 6% respecto a 2012", concluye el estudio.
Raúl Ortiz también apostó por el emprendimiento social. Su firma Debien nació hace un año y medio, "después de haber pasado una racha familiar muy mala a nivel económico. Somos una familia de tradición empresarial y pensamos en lanzar al mercado un proyecto que, además, ayudara a los demás. De ahí surgió nuestra start up, una marca de alimentación básica a precios económicos y con un componente solidario muy importante", asegura Ortiz. Con esta empresa quiere demostrar que se puede llevar a cabo un negocio sostenible que aporte un beneficio social. "¿Qué valor le das a un paquete de arroz de 0,89 euros si gracias a su compra un niño de tu comunidad tiene un plato de comida en la mesa?", se pregunta el fundador de Debien. Esto es lo que consiguen con su proyecto: cada mes entregan a los bancos de alimentos el 10% de los kilos vendidos, y en dos meses de actividad han donado más de 6.000 kilos que han supuesto más de 50.000 raciones. Ortiz y su familia se alejan de los máximos rendimientos económicos para acercarse a una solidaridad necesaria en estos momentos.
Ésta y otras tantas ideas de carácter social demuestran que se puede ser solidario sin perder la perspectiva empresarial. Eso sí, a partir de aquí tendrán que probar que también pueden ser escalables en el tiempo. Objetivo: acelerar los proyectos de carácter social UEIA es la primera aceleradora en Europa que apadrina exclusivamente proyectos tecnológicos que tengan un fuerte componente social, por supuesto sin dejar de lado el potencial de crecimiento de su modelo de negocio.
Nacida en 2012 de la mano de un grupo de profesionales del entorno de las ONG, los fondos de inversión y el mundo empresarial, acaba de finalizar su segunda edición, a la que se presentaron más de un centenar de candidatos, de los que fueron seleccionados una docena, que se suman a los 9 de la edición anterior. Durante un periodo de seis meses, estas doce start up recibieron mentoring y formación práctica. El pasado 1 de julio, diez de estas compañías expusieron su caso, con motivo de un demo day organizado en Madrid. Estos son los diez graduados que protagonizaron la jornada:
• FamilyApp: Es una empresa que premia a las personas que colaboran con ONG con ahorros en sus gastos cotidianos.
• Fiiiling: Es un proyecto de la Fundación Fila Cero que fomenta las microdonaciones a organizaciones sin ánimo de lucro a través de Internet.
• MilHistorias: Un ecommerce de productos ecológicos que emplea a gente en riesgo de exclusión.
• IctusCare: Esta plataforma nace para apoyar a los familiares y enfermos de ictus.
• Interesocial: Un portal de empleo dirigido a colectivos con más dificultades de acceso al mundo laboral.
• DisabledPark: App que geolocaliza las plazas de aparcamiento para discapacitados.
• eCapaz Market: Esta firma vende productos tecnológicos de ámbito doméstico válidos también para personas con discapacidad.
• HealthEye: Es una red social sanitaria para unir a personas con enfermedades raras.
• Mente: Se trata de un programa informático de mejora de la memoria para personas mayores.
• Yeeep: Ofrece una selección de contenidos audiovisuales adecuados para el público infantil

miércoles, 9 de julio de 2014

DIEZ ASIGNATURAS PENDIENTES DE TU CARRERA PROFESIONAL

Diez asignaturas pendientes de tu carrera profesional

Termina el curso y pensando en septiembre quizá debas plantearte recuperar algunas 'materias laborales'. Tal vez te has marcado objetivos profesionales que no has cumplido. Y aún estás a tiempo.

En lo profesional, septiembre es comparable a los buenos propósitos y deseos de cambio de Año Nuevo. Quizá en este fin de curso has examinado tu carrera profesional y has descubierto algunas asignaturas pendientes que puedes recuperar.
Pedir un aumento de sueldo, encontrar la forma de aguantar al jefe o a ciertos compañeros, saber venderte profesionalmente, conseguir que tu talento encaje en un trabajo, convertir tu empleo en el puesto deseado e inventarlo cada día, lograr un ascenso o controlar más tu vida y no pasar innecesariamiente tanto tiempo en la oficina... Pueden ser algunos de los nuevos propósitos laborales, entre los que puede estar incluso abandonar el puesto que tienes o inventar tu propio trabajo. 1) Objetivo: aumentar tu valor Ganar más sería un buen modo de comenzar el nuevo curso. Pero en tiempos de recortes, pedir un aumento quizá no sea un objetivo tan realista como incrementar tu valor profesional: haz una lista con tus fortalezas y debilidades y piensa en ti mismo como un producto. Haz ver públicamente todo aquello que aportas de diferente, buscando tu propia singularidad. Debes fabricar tu marca personal y tu empleabilidad en un entorno en el que cambia la forma de trabajar, en el que los modelos imperantes y las profesiones que antes servían ahora comienzan a languidecer. Puesto que se trata de recurrir a nuevas soluciones y de crear tu propio trabajo, debes pensar como un proveedor de servicios.
Ten en cuenta la necesidad de actualizarte y la formación: es uno de los factores que pueden impulsar tu trayectoria y que aumentan tu valor, y por tanto tu retribución.
Se trata de recurrir a nuevas soluciones y de crear tu propio trabajo: piensa como proveedor de servicios
Pero debes añadir a la lista la polivalencia y la capacidad para trabajar en diferentes puestos. Sé comodín y demuestra flexibilidad funcional.
Otra de las claves para tu revalorización es la alta capacidad relacional a todos los niveles; la faceta internacional relevante de un profesional que sabe manejarse en diferentes culturas corporativas, sociales y políticas, y que demuestra ser eficaz en todas ellas. 2) Desarrollar nuevas capacidades Si te decides por la búsqueda de un trabajo o si optas por crear tu propio empleo has de tener en cuenta que el mercado laboral en el que vives exige nuevos perfiles y capacidades profesionales. Los empleadores buscan gente que pueda innovar y que convierta las dificultades en retos o posibilidades. Se demandan personas que demuestren creatividad en la manera de obtener sus resultados y que sean muy adaptables a las nuevas situaciones.
Haz cosas nuevas, diversifica, aprende de otros sectores, busca canales diferentes, importa ideas de éxito probado o créalas. 3) ¿Y si el salario no es suficiente? Quizá ya te has dado cuenta de que la motivación que proporciona el salario no es eterna, y de que la satisfacción de un nuevo empleo o de uno que te parece casi perfecto puede desaparecer si sólo has aceptado un puesto por el sueldo. La felicidad en el trabajo tiene que ver con la decisión de trabajar en una organización de forma comprometida.
La felicidad laboral tiene que ver con la decisión de estar en una organización de forma comprometida
Desgraciadamente, si la decisión de permanecer en un trabajo se basa en razones puramente económicas, no es de extrañar que decidas aguantar lo inaguantable, y que no te importe quedarte estancado. Aquí lo principal es sobrevivir.
Ya sabes que hasta el puesto más increíble que imaginas puede cansarte si no pones algo de tu parte. El antídoto contra ese hastío laboral es reinventar tu profesión cíclicamente, enriqueciendo tu tarea cada día. 4) Convertir tu trabajo en el puesto deseado El mejor trabajo del mundo puede llegar a aburrirte si no pones algo de tu parte. Pero incluso en un trabajo que aborreces puedes encontrar algún atractivo profesional.
Como profesional, debes considerarte como un producto al que hay que poner precio y nombre
Para empezar, puedes visualizarlo y reorganizarlo para que se adapte a ti. Trata de ganar control sobre lo que haces aportando ciertos toques personales. Ten en cuenta que siempre habrá algo en tu tarea que puede atraerte, de modo que puedes quedarte con los aspectos positivos. Es bueno huir de la gente negativa, de los rumores y maledicencias, y encontrar a colegas con los que estés a gusto.
Si te responsabilizas de conocer lo que ocurre en tu trabajo todo puede ir mejor. Pregunta a tu jefe cuando tengas dudas y pide feedback sobre lo que haces, cómo lo haces y qué piensan tus superiores de tu actividad profesional. 5) Aprender a 'aguantar' a tu jefe y a tus compañeros insoportables El jefe tóxico –y también los colegas de trabajo– provoca dos reacciones básicas: o decides irte de la empresa, o resuelves aguantar estoicamente. La primera opción puede implicar alguna esperanza, pero la segunda no ofrece demasiadas perspectivas si piensas en el nuevo curso. De todas formas, hasta de los peores jefes y de los compañeros que te hacen insoportable el día a día laboral puedes obtener algunas ventajas profesionales. Puede ser que un superior tóxico provoque que tiendas a automotivarte; que te autorregules y tomes distancia emocional para que la situación no te afecte.
Quizá el mal jefe te lleve a aprender a buscarte la vida por ti mismo. Usar tu sentido común y tus habilidades creativas hará tu trabajo más fácil y llevadero. También tienes el consuelo de pensar que la paciencia para tolerar y lidiar con ese mando tóxico te servirá fuera y dentro de tu trabajo y de tu organización actual. Puede ser que termines haciéndote más diplomático y adquieras la capacidad para manejar situaciones complicadas.
Por lo que se refiere a tus compañeros más desagradables, antes de buscar un mediador dentro de la organización, trata de comprender a ese colega que te hace la vida imposible, tratando de entenderlo desde la empatía y el respeto. Ármate de inteligencia y cooperación y encuentra valores superiores. También puedes cooperar rompiendo las reglas de juego del colega tóxico. Eso distingue al profesional mediano del excelente. 6) Agradar al buen jefe (cuando tengas esa suerte) y saber 'venderte' Si tu situación profesional incluye un jefe que te ayuda a desarrollarte profesionalmente; un verdadero líder, preocupado no sólo de su desempeño, sino también de motivarle y desarrollarle; un mando que influye pero no manda; un generador de espacios emocionales en los que puedes liberar tu talento... Sería bueno que supieras cómo agradarle.
Tu superior necesita confiar en ti. No digas que vas a hacer lo que después eres incapaz de cumplir. Probablemente tu jefe necesita profesionales que sean muy buenos en cuestiones determinadas. Es bueno que seas competente en un área determinada que tu superior valore, pero no debes pretender ser el que sirve para todo.
Tu jefe espera que seas competente en los grandes temas, pero también en los detalles. Aquí la calidad de tu trabajo es tu mayor argumento. Asómbrale con algo mejor de lo que esperaba.
Valora el hecho de que tu trabajo es hacer mejor a tu jefe. Y el suyo es conseguir que tú tengas éxito. Esa es la sociedad perfecta.
Si tienes claro cuáles son sus propios éxitos podrás venderte como mereces. Pero debes transmitirlo sutil y claramente. Saber venderse implica saber moverse por la empresa para conseguir lo que quieres. Es bueno que hagas networking y también lo es comunicar lo que haces. Trata de comprender qué le importa a tu jefe y asegúrate de que es consciente de que tu trabajo implica resolverle un montón de problemas.
Ten en cuenta que hay empleados muy fiables a los que sus capacidades y virtudes no les sirven de casi nada porque son prácticamente invisibles dentro de la organización. Debes considerarte como un producto al que hay que poner precio, nombre y envase. Y saber qué bondades se pueden destacar.
Una marca personal sólida no tiene que ver con decir lo bueno que eres: show don’t tell (muestra en vez de contar) es la clave. 7) Acabar con tu complejo de que no eres indispensable Si te obsesiona la idea de qué debes hacer para dejar de ser prescindible estás perdiendo el tiempo. Debes tener en cuenta que no eres insustituible, y lo mejor que puedes hacer es superarlo.
Si eres de la clase de profesionales obsesionados con estar por estar has de tener en cuenta que esto sólo prospera en organizaciones que llevan a que el presentismo resulte rentable. Es el caldo de cultivo ideal para crear falsos imprescindibles que tienden a permanecer siempre en la oficina aunque no hagan nada productivo, porque lo que se premia en esas empresas es la conveniencia de quedarse más allá de lo necesario. 8) Conseguir un ascenso a pesar de estar 'teletrabajando' Quizá ha llegado el momento de reivindicar que perteneces a esa nueva generación de empleados hiperconectados que se muestra decidida desde hace tiempo a terminar con el concepto tradicional de que, para trabajar, es necesario estar en la oficina. Los profesionales que trabajan desde casa son un 13% más productivos que los que desempeñan sus tareas en la oficina, pero tienen la mitad de posibilidades de promocionar en su empresa.
Si trabajas desde casa y quieres promocionar, debes decírselo a tu jefe. Has de ser muy claro con tu empresa y con tu mando acerca de tus expectativas y objetivos de ascenso.
Planifica encuentros puntuales con tus superiores, que pueden ser semanales. Eso facilitará la valoración acerca de tu contribución real por el trabajo que realizas a distancia.
Y encuentra el equilibrio perfecto entre teletrabajar y acudir a la oficina. Esto depende de cada persona. 9) Que tu empresa no controle tu vida El uso de tecnología que ofrece la posibilidad de estar accesible permanentemente difumina la línea que separa el ámbito laboral del privado. Un 65% de profesionales asegura que recibe correos electrónicos o llamadas fuera de su horario laboral. En todo caso, tú eres finalmente el responsable de permanecer siempre disponible. Si contestas al teléfono o a los mensajes de texto con excesiva disposición transmites la idea de que se puede contar contigo en cualquier momento. Aquí cabe el consejo de que sepas decir "no" y seas capaz de marcar ciertos límites. Cada vez más, trabajamos por proyectos y nuestra flexibilidad horaria aumenta. Además, la profesionalidad ya no debería medirse por el tiempo que estamos en la oficina, sino por los objetivos reales que conseguimos.
Quizá no te obliguen a realizar tus tareas fuera de tus horas de trabajo. Ahora es más frecuente encontrar profesionales que eligen y gestionan sus tiempos. Seguro que no te gusta, pero esto podría ser incluso durante el fin de semana. 10) Cambiar de empleo (o inventarlo) Si crees que irte del trabajo o de tu compañía es la mejor opción, conviene que evalúes ese giro profesional. Lo primero es ver el cambio de sector o de profesión como una oportunidad, no como un objetivo para que suceda. Todo cambio está bien si tiene una lógica y se hace con criterio.
Crea tu propia estabilidad laboral desarrollando un nuevo juego de habilidades transferibles y piensa a largo plazo, tratando de adelantarte a los cambios. Ya sabes que el trabajo para siempre se acabó.
Trabaja tu reputación teniendo en cuenta que la relación entre empleado y empleador ya no es de por vida. Esto transforma la manera en la que entiendes tu carrera o tu profesión. Tendrás que adaptarte a la llegada de nuevos modelos de compromiso, de carrera y a la posibilidad de trabajar por proyectos, o tener en cuenta las posibilidades de empleo independiente.

viernes, 4 de julio de 2014

¿CUÁNDO ES EL MOMENTO DE RENOVAR TU EQUIPO?

¿Cuándo es el momento de renovar tu equipo?

Aunque a veces es difícil darse cuenta, hay periodos en la vida de una 'start up' en los que es necesario realizar ciertos cambios. Y pistas no te faltarán. Una de las transformaciones más complicadas es la del equipo, pero a veces no queda más remedio que oxigenarlo.

Renovarse o morir. A más de uno se le habrá pasado este dicho por la cabeza al ver caer en la ronda de grupos del Mundial de Brasil a la selección española de fútbol. Y, aunque este equipo nos ha regalado más alegrías que penas, quienes apuestan por una reoxigenación de la plantilla llevan razón. Falta de entusiasmo, cansancio y una reducción en la calidad del trabajo pueden llegar a traducirse en una bajada en el rendimiento y en los resultados. Y no son los únicos síntomas. Según Miguel Ángel Miranda, consultor experienced sénior del área de human capital de Deloitte, sólo se debe recetar un cambio profundo en cualquier plantilla si el diagnóstico es indiscutible: "Existen multitud de pistas que permiten percibir que tu organización necesita una transformación, tales como la dificultad para asumir responsabilidades o riesgos por parte de los empleados que se limitan a operar en su zona de confort, la falta de cumplimiento de horarios de entrada y salida, y la reducción de esfuerzo".
Bien es cierto que el ritmo de cambio de las organizaciones va desacompasado, en la mayoría de los casos, con el ritmo de transformación del entorno. Y, aunque se logre identificar las razones por las que una plantilla se queda rezagada, Óscar Izquierdo, director en el departamento de human capital de EY, advierte del problema que implica cambiar una estructura en un plazo de tiempo limitado. Además, según Izquierdo, "las trabas no suelen venir de la parte baja de la pirámide, sino de los mandos directivos". Qué hacer Cuando descubras que en tu start up falla el equipo no te sorprendas. Nacho de Pinedo, CEO de la escuela de negocios ISDI, sostiene que la gente que necesitas para iniciar un negocio no tiene por qué ser, necesariamente, la misma que requieres en etapas de crecimiento. En ocasiones, recuerda Miranda, "la evolución de las organizaciones no es todo lo ágil que debiera y el perfil de los empleados no responde a las nuevas exigencias. En estos casos, las personas que vienen con nuevas ideas e incluso con formas de hacer y trabajar distintas, con un bagaje experiencial diferente, se convierten en un talento que puede enriquecer mucho a la empresa".
Para acometer estos cambios hay que llevar a cabo un análisis previo porque, como señala Noelia de Lucas, directora comercial de Hays España, "una plantilla se desgasta cuando el líder también lo está".
La evolución en las necesidades del mercado no es el único motivo por el que algunos equipos requieren ciertos cambios. Si tienes una plantilla desmotivada deberás averiguar quién actúa de cabecilla. Para ello, la directora comercial de Hays España aconseja realizar un análisis individualizado de cada miembro del equipo. Compórtate Tan importante es la actitud del jefe como la del profesional que sabe que está dejando a un lado sus tareas o que ya no le motivan las funciones que tiene asignadas. El directivo de Deloitte cree que, en términos generales, "las personas, ante una situación de estas características, reaccionan con miedo porque temen lo desconocido, es decir, reubicarse en otra área o la posibilidad de tener que reincorporarse a la vida laboral tras su despido. El siguiente paso de una persona en este contexto será exteriorizar su miedo con el resto de compañeros formando corrillos. Esto se genera, normalmente, por falta de transparencia y comunicación de los responsables".
El miedo es libre, pero como asegura De Lucas, "siempre puedes intentar superarlo y admitir que ha llegado el momento de un cambio, que has cumplido un ciclo, y que debes realizar tu propio proceso de transición y no convertirte en el cáncer de la plantilla". Es un acto de responsabilidad para con tus compañeros. Aun así es difícil. José Luis Risco, director de recursos humanos de EY, sabe que un salto al vacío es complicado, "sobre todo porque no hace mucho que en España se creía en el trabajo para toda la vida y los profesionales pensaban que la empresa para la que trabajaban sería la misma en la que se jubilarían. Esta actitud ha generado una escasa empleabilidad y perfiles poco diversos".
Para evitar rumores, temores infundados y reacciones incómodas, Miranda aconseja al responsable "transparencia en la información y control de las comunicaciones internas, tanto las formales como las que no lo son a través de un alineamiento con los líderes de la plantilla; procurar minimizar el impacto en el empleado acompañándolo en el proceso del cambio".
Una empresa es, en definitiva, un ser vivo que debe evolucionar al ritmo de los tiempos y las exigencias del mercado, y su equipo humano también tiene que renovarse para no perder el paso ni dar ventaja a la competencia. Cada momento corporativo requiere de unos perfiles profesionales determinados.