Los recortes salariales provocan una caída del 73% en la retribución con vehículos de empresa
La delicada situación económica ha obligado a muchas empresas a apretarse en cinturón en cuanto a sus políticas de incentivos. Por este motivo, el uso del vehículo corporativo como prima adicional al salario ha caído un 73% en el último año.
Según revela el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval -compañía de renting de BNP Paribas-, sólo el 7% de las empresas con grandes flotas en España utiliza el coche de empresa para retribuir a sus empleados, frente al 26% que empleaba esta fórmula el año pasado.
El estudio –realizado entre más de 4.500 compañías en quince países con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector- pone de manifiesto que los estrictos recortes salariales impuestos como medida de ajuste para hacer frente a la coyuntura económica han reducido drásticamente la presencia de los vehículos de incentivos como retribución en especie.
Es decir, esta contención salarial no es exclusiva de España. En el resto de Europa, donde las compañías hacen uso del vehículo de empresa para complementar la nómina mensual de sus empleados, ha caído un 37,5% frente al ejercicio anterior, aunque se siguen mostrando más proclives que las nacionales a este tipo de incentivos.
Los vehículos corporativos como forma de compensación salarial han retrocedido en toda la estructura jerárquica de la empresa. Así, este recorte ha provocado que actualmente la flota se distribuya casi a partes iguales entre cargos directivos, por un lado, y técnicos y comerciales, por otro.
Según el CVO, el 40% de los coches de empresa en España –y el 35% en Europa- se adquire con el objetivo de reconocer y retener el talento de los altos mandos, mientras que prácticamente el resto funcionan como herramienta de trabajo para aquellos puestos que, para desarrollar su labor diaria, necesitan desplazarse constantemente.
De esta forma, los cargos técnicos copan el 36% de los vehículos que componen la flota –el 31% en Europa-, seguidos de los vendedores, que hacen uso del 18% del total –el 27% en Europa- para sus visitas comerciales.
Un gasto importanteSegún este informe, cualquier decisión sobre política de flotas depende exclusivamente de la alta dirección, lo que pone de manifiesto el impacto que este capítulo tiene sobre las cuentas de resultados de las compañías, y, por ende, de la necesidad de llevar un control férreo de los costes para cuadrar los presupuestos. En particular, la inversión en coches de empresa es el gasto más importante de las empresas, tras los recursos humanos y la informática.
La delicada situación económica ha obligado a muchas empresas a apretarse en cinturón en cuanto a sus políticas de incentivos. Por este motivo, el uso del vehículo corporativo como prima adicional al salario ha caído un 73% en el último año.
Según revela el Barómetro del Vehículo de Empresa (CVO), promovido por Arval -compañía de renting de BNP Paribas-, sólo el 7% de las empresas con grandes flotas en España utiliza el coche de empresa para retribuir a sus empleados, frente al 26% que empleaba esta fórmula el año pasado.
El estudio –realizado entre más de 4.500 compañías en quince países con el objetivo de determinar las prácticas actuales y tendencias futuras en este sector- pone de manifiesto que los estrictos recortes salariales impuestos como medida de ajuste para hacer frente a la coyuntura económica han reducido drásticamente la presencia de los vehículos de incentivos como retribución en especie.
Es decir, esta contención salarial no es exclusiva de España. En el resto de Europa, donde las compañías hacen uso del vehículo de empresa para complementar la nómina mensual de sus empleados, ha caído un 37,5% frente al ejercicio anterior, aunque se siguen mostrando más proclives que las nacionales a este tipo de incentivos.
Los vehículos corporativos como forma de compensación salarial han retrocedido en toda la estructura jerárquica de la empresa. Así, este recorte ha provocado que actualmente la flota se distribuya casi a partes iguales entre cargos directivos, por un lado, y técnicos y comerciales, por otro.
Según el CVO, el 40% de los coches de empresa en España –y el 35% en Europa- se adquire con el objetivo de reconocer y retener el talento de los altos mandos, mientras que prácticamente el resto funcionan como herramienta de trabajo para aquellos puestos que, para desarrollar su labor diaria, necesitan desplazarse constantemente.
De esta forma, los cargos técnicos copan el 36% de los vehículos que componen la flota –el 31% en Europa-, seguidos de los vendedores, que hacen uso del 18% del total –el 27% en Europa- para sus visitas comerciales.
Un gasto importanteSegún este informe, cualquier decisión sobre política de flotas depende exclusivamente de la alta dirección, lo que pone de manifiesto el impacto que este capítulo tiene sobre las cuentas de resultados de las compañías, y, por ende, de la necesidad de llevar un control férreo de los costes para cuadrar los presupuestos. En particular, la inversión en coches de empresa es el gasto más importante de las empresas, tras los recursos humanos y la informática.
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