domingo, 24 de julio de 2011

BLA, BLA, BLA DE TODOS MENOS DE TU PLAN DE CARRERA..

Los chismes y rumores de oficina no acabarán conmigo
Los ‘dimes y diretes’, lejos de complicarle la vida, pueden hacerle más fuerte.
Los pasillos, la máquina de café o el espacio reservado para fumarse el cigarrillo son el hábitat preferido de una especie laboral que prospera en los ambientes de oficina: el chismoso. Estos y los creadores de rumores están en el top 5 de los comportamientos más abyectos en el lugar de trabajo.
Si durante este año usted ha sufrido las consecuencias de estos rumores y maledicencias o se ha entregado con desenfreno a los dimes y diretes, sepa que hay formas de evitarlos, y es bueno hacerlo. Pero aún hay más: algunos defienden que estos rumores de oficina tienen aspectos positivos para la organización y sus integrantes. Bien usados, pueden ser beneficiosos en términos de comunicación interna, para lanzar o recibir información que no circula por los cauces oficiales, o para aflorar ideas o innovaciones que tampoco seguirían las vías comunes de la organización.
Así, los rumores y chismes no tienen por qué arruinarle el ambiente de trabajo.
1. Lo primero que debe tener en cuenta es que ocupan el lugar que no cubre la información oficial. La comunicación informal existe y existirá siempre en las organizaciones. Puede considerar los rumores internos como la fuente de comunicación de la compañía con más credibilidad. La gente confía más en lo que se escucha por los pasillos y en lo que sale en la prensa que en lo que dicen los boletines y la comunicación interna.
2. Una organización con cero rumor es imposible. El rumor negativo y falso es muy pernicioso, pero la necesidad de compartir información no formal es parte de la condición humana. Use el rumor y los sondeos para conseguir información que no se obtiene por canales establecidos. Tales procesos informales tienen valor dentro de la organización para aquellos que deseen conocer estructuras de poder y políticas de funcionamiento, y también nos dan pistas poco habituales sobre la posición que ocupa uno dentro de la organización.
3. Use el rumor como globo sonda para lanzar y recibir noticias sobre cambios que interesan a los empleados. La rumorología bien usada es un termómetro que avisa sobre áreas de la compañía que requieren alguna aclaración.
4. Ciertos empleados tienen un liderazgo que no va con su función y responsabilidad. Pueden ser líderes de opinión capaces de impactar en los demás. Identifíquelos, sepa qué transmiten y determine si son constructivos, utilizándolos para ayudar a gestionar el cambio o para motivar. Si esos líderes de opinión son constructivos, involúcrelos sin agobiarlos. Si son negativos, téngalos identificados y ocúpese de que estén informados sobre la versión oficial de la compañía.
5. Tenga en cuenta que la comunicación informal no sigue rutas fijas; es caótica. Al gestionarla, hay determinados nodos a los que llega y donde se multiplica. Trabaje con estos nodos, con las personas que tienen trascendencia. Estos no pierden esa trascendencia, ni su credibilidad, al pasar del lado informal al caudal de la compañía. Usted puede canalizar esta información interna informal hacia elementos como la innovación, o hacia ideas que se generan en el nivel periférico (y poco conocido) de la organización.

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