viernes, 14 de septiembre de 2012

¿COACHING para mejorar habilidades?


Aprovecha tu arte para mejorar la formación de los directivos

Enseñar a mejorar y desarrollar habilidades directivas a través de técnicas teatrales, musicales o sesiones de ‘coaching’ es una oportunidad para emprender que tiene mucho recorrido.

Sin tener ninguna noción de música, ¿cree que sería capaz de aprender a tocar en menos de dos horas All you need is love? Probablemente dirá que no. Sin embargo, Pablo Alfaro sabe que es posible conseguirlo. El secreto es el esfuerzo, las ganas de aprender y la metodología musical que ha desarrollado este violonchelista junto a su hermana Marta, pianista.
Esta técnica es la base a partir de la cual ambos hermanos, junto a su amiga Inés Muñoz, licenciada en ADE y con experiencia en el mundo empresarial, crearon en 2007 Musicaparatodos, una empresa que comenzó su andadura organizando talleres musicales y enseñando esta materia en colegios y guarderías, pero que en 2011 dio un giro radical a su orientación: “Se juntaron muchas circunstancias. La crisis ocasionó que los recortes afectaran directamente a las clases extraescolares y además observamos una mayor demanda por parte de las empresas de técnicas que ayudaran a desarrollar el sentimiento de equipo”, recuerda Alfaro.
De esta manera redirigieron su negocio centrándose en multiplicar la eficiencia de los grupos a través de experiencias musicales. Desde entonces han organizado más de 120 talleres para firmas como Lilly, Landwell Abogados o Walt Disney, y alcanzan una facturación anual de 250.000 euros.

Atento al entorno
Éste es sólo un ejemplo de las oportunidades que brinda el sector de la formación de directivos a las pequeñas empresas. María Olarte lleva trabajando en formación más de 20 años y en 2011 cambió el enfoque de su carrera profesional. Creó en solitario Olarte Desarrollo de Personas. Una sociedad limitada especializada en coaching y formación de profesionales. “En mi anterior trabajo observé que se incrementaba la demanda de sesiones de coaching. En concreto, suponían el 65% del volumen de negocio. Por eso decidí formarme en la materia y centrarme en esta disciplina que actualmente lo que hace es asesorar al profesional para que descubra cuál es la mejor solución al problema que se le plantea”, comenta Olarte. Reconoce que “lo más complicado es hacerte conocer entre los clientes y demostrarles que no eres un charlatán. Hay mucha confusión e intrusión en este sector; por eso es fundamental la formación especializada y las acreditaciones que avalen tus capacidades y conocimientos”.


Colaboración
En cuanto al modo de trabajar, esta emprendedora afirma que la gran baza es colaborar en red con otros profesionales que se dedican a lo mismo y que comparten la misma filosofía de trabajo. “Hay que perder el miedo a pedir ayuda y a compartir conocimiento. Es la única manera de seguir adelante y crecer”.
Pau Blanch también comparte la idea de que la clave para la supervivencia de las pymes es la colaboración. Blanch puso en marcha el año pasado Escenas Mágicas, una empresa especializada en ayudar a las empresas y a los profesionales a desarrollar sus competencias directivas. Junto a su mujer decidó desarrollar programas de formación que emplean, entre otras, técnicas teatrales para detectar los problemas que surgen en el día a día en la oficina. Un área en la que descubrieron que había importantes oportunidades para emprender. Sin embargo, reconoce que para dar el servicio de manera adecuada necesita la colaboración de otras firmas de servicios como grupos de actores o de realización y montaje con los que se coordinan para atender las demandas del cliente.

Uno de sus programas más demandados es el teatro para empresas, donde crean grupos en los que se escenifican situaciones tópicas de la vida laboral. “En una obra de quince minutos quedan reflejados todos los roles de la organización. A través de la risa y la relajación se identifican los problemas y no hay que esforzarse en buscar una solución. Lo importante es que ésta llega sola”, dice Blanch.

Convierte las habilidades en objeto de negocio
Los profesionales que acuden a una empresa para adquirir habilidades o mejorarlas ya tienen algo a su favor: las ganas de prosperar. Según los expertos en formación, estos son algunos de sus objetivos a desarrollar.

Juntos podemos. Éste es el mensaje que los responsables de equipo quieren aprender a transmitir. La mejora no llegará hasta que se unan los esfuerzos y se colabore de manera desinteresada en un proyecto común.
Crear nuevos retos. La monotonía frena la creatividad y ahora más que nunca hay que buscar alternativas que permitan crecer y seguir adelante.
Buscar la raíz del problema. No hay que quedarse en la superficie, hay que bucear en los problemas y no hacer caso a los malentendidos y los perjuicios. La solución llegará sola.
Transmitir nuevos conceptos. La comunicación es la herramienta vital para lograr que el grupo conozca y asimile los objetivos.
Liderazgo. El jefe debe guiar con refuerzos positivos que hagan crecer a los profesionales.
Nexo de unión. Uno de los mayores problemas de los que se quejan los directivos es de que los mandos medios no participan de la cultura empresarial. Necesitan comprenderla y compartirla para, después, poder transmitirla al resto de empleados.

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