sábado, 7 de mayo de 2011

¡¡¡LAS COSAS NO SE CAMBIAN CON LAS MISMA LÓGICA QUE LAS CREÓ!!!



Hábitos innovadores
Si alguna vez ha pagado por adelantado la cuota anual de un gimnasio y sólo ha sido capaz de asistir unas pocas veces, no es el único. El motivo es sencillo: no ha modificado sus hábitos. Y al igual que nos ocurre con el gimnasio, nos sucede con los buenos deseos al regreso de vacaciones y, por supuesto, con los programas de formación e innovación en las empresas.
Si no se generan nuevos hábitos, no se produce cambio ni a nivel personal ni organizativo. Al contrario de lo que dice el refranero, "el hábito no hace al monje" refiriéndose a su indumentaria, en este caso podemos afirmar que los hábitos hacen al líder y sustentan la innovación.
La creación de un hábito tiene su reflejo en nuestro cerebro. Podemos decir que es una "nueva agrupación neuronal". Para ello, se requieren dos factores: Necesidad clara y real, que provoca que se dilate el axón de nuestras neuronas, se muevan y se agrupen. Segundo, frecuencia. Para que dicha agrupación perdure ha de repetirse un mínimo de 21 días. Lo que significa que es más importante dedicar 15 minutos diarios que una hora a la semana…
Si queremos que cambien las actitudes, cambiemos hábitos en los equipos. Si buscamos innovación, desarrollemos hábitos colaborativos e innovadores, lo que no se consigue con un bonito discurso, sino con objetivos concretos, pautas de repetición, incentivos, recursos, perseverancia y sin olvidarnos de aderezarlo con grandes dosis de disfrute. Y todo ello es aplicable al liderazgo, a la transformación cultural y, cómo no, a nuestras visitas al gimnasio.

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