lunes, 27 de agosto de 2012

¡¡¡TENGO UN COMPAÑERO DE TRABAJO NUEVO!!!


Tengo un compañero de trabajo nuevo

¿Ha llegado un compañero nuevo a su oficina? 
Póngase en su piel y trate de hacerle agradable su llegada.
Éste podría ser el principal consejo que desde estas página podríamos darle, pero no siempre es fácil aceptar al nuevo y que éste nos acepte. Para muchos trabajadores, un nuevo compañero es un rival. Puede que él venga a cubrir carencias que hay en el trabajo de todos, pero nadie es lo suficientemente valiente como para reconocer las suyas. Puede que simplemente llegue para realizar tareas que antes no se hacían, pero siempre se encontrará con otro que sienta que él podría haber hecho su trabajo.
También puede darse la situación de que el nuevo venga a la oficina sustituyendo a un antiguo compañero. Si éste caía bien al resto y se ha ido tras un doloroso despido, los antiguos compañeros tratarán mal al nuevo aunque sea evidente que él no tiene la culpa. Si el antiguo se ha ido por voluntad propia, simplemente, le ignorarán.
Es fundamental que los más veteranos de la oficina se acuerden de cuando ellos eran los novatos. Todos fuimos nuevos algún día. Seguro que en algún momento de su vida laboral ha sentido ansiedad porque no conseguía ubicarse dentro de un equipo. Entienda que ahora es otro el que lo siente y que usted puede ayudarle a superar esos malos ratos. Si después de todos estos consejos, usted sigue sin admitir a un compañero recién llegado, analice sus motivos y encontrará otros muchos para superar esta situación.
- La mejor forma para integrar y ser integrado es aceptar desde el principio la situación. Ayudarle a situarse dentro de la oficina, explicarle el programa informático que utilizan habitualmente o presentarle al resto de los compañeros, son pequeños gestos que le ayudarán a sentirse parte del grupo.
- Si usted es de los que toma café o come con sus compañeros, trate de incorporarle a estos momentos de ocio. Es cuando más amigos/compañeros se hacen y así evitará que el nuevo se sienta excluido desde el principio. Es un sacrificio que no le costará mucho hacer, le ayudará a descubrir el mejor lado de él y éste sabrá reconocérselo.
- Evite hacer referencia a como trabajaba el compañero al que él sustituye. Las comparaciones son odiosas y más en este tipo de situaciones. El recién llegado no tiene culpa del despido o de que el anterior se haya ido por la puerta de atrás.
- Seguro que en algún momento ha oído eso de: ¿Y por qué han contratado al nuevo? No ponga en duda los méritos que el recién llegado tiene. No conoce ni su forma de trabajar ni su currículo ni lo que le ha llevado hasta su empresa. Cualquier cosa que diga será pura especulación y dañará la credibilidad del nuevo, sin que haya motivos para ello.
- No sea usted pesado. El nuevo necesita tiempo para sentirse parte del equipo, para reconocer la oficina como suya y no querrá que le atosiguen. Usted lo hace con buena intención, pero él puede sentirse agobiado con tanta cortesía.
- Evite usted comentarios de otros compañeros delante de él. Deje que se de cuenta de quién es quién dentro de la oficina y de cómo es cada persona. A los nuevos no hay que envenenarles con viejas rencillas del grupo ni hay que ponerles en contra de compañeros. Deje que sea él el que juzgue.
- Tenga en cuenta que usted no va a la oficina a hacer amigos. Tampoco a amargar la vida a otros. Basta con que sea cordial y educado con sus compañeros, incluido el nuevo, para que las cosas funcionen más o menos bien.

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