lunes, 14 de mayo de 2012

¿PRIORIDAD CLIENTE?


La fábrica de ideas que decora a gusto del cliente

José Miguel Piñero convirtió su taller en una Fábrica de las Ideas que hace prácticamente “lo que les pidan” en decoración y ambientación tematizada.
Nunca dicen que no, se atreven con todo, le echan las horas que haga falta, se mueven por toda España –incluso al resto de Europa– y realizan los trabajos en tiempo récord y a precio de crisis. Esa es la clave del éxito de los especialistas en retos, un grupo de profesionales que diseñan y fabrican toda clase de decorados para cualquier ambiente.
José Miguel Piñero ya fue emprendedor hace 20 años. Empezó de cero y fue pionero en la decoración mediante la entonces novedosa técnica de aerografía mural. Ahora, cumplidos los 40 y en plena crisis, lo ha vuelto a hacer. Decidió hacerle frente a las dificultades y convirtió su Taller de Piñero en la Fábrica de las Ideas, donde “todo es posible”.
Para ello contrató a más de una treintena de especialistas artesanos de todas las disciplinas, desde carpinteros, pintores o escultores hasta expertos informáticos; invirtió en tecnología para el diseño, y de un local de 30 metros ha pasado a tener cinco naves con más de 3.000 metros de instalaciones en la localidad alicantina de Alcoy.
“Decorábamos bares y empezamos a tener trabajos de más envergadura. Pero pensé que tenía que lanzarme y dar un servicio integral. Cuando peor estaban las cosas, hace dos años, incorporé a otros tantos buenos profesionales, compré dos naves más y decidí fabricar de todo”, destaca Piñero, fundador y director.
Hoy realizan escenografías para decorados de cine, teatro y televisión, platós para anuncios, iluminación de fachadas para actos institucionales, espacios singulares, stands de ferias, mascotas para marcas, ambientación de museos... Y han decorado más de 500 bares temáticos por toda España, aunque también han realizado algunos trabajos en otros países como Suiza.
La clave de sus trabajos se basa en “la originalidad de sus diseños, inspirados en viajes, experiencias y libros, y en el carácter artesanal de sus obras. De tener un solo ayudante ahora somos más de treinta. Cuando empecé, el negocio ya existía, pero mi idea era ofrecer todo al cliente: el diseño, la fabricación y el montaje. Hemos invertido en impresión digital sobre rígidos, en máquinas de control numérico que hacen corte y fresado de madera, tenemos taller de hierros. Ofrecemos de todo”, explica Piñero.
Sus clientes son las productoras, las agencias de publicidad y todo el que necesite cualquier cosa. Sus grandes aliados, las marcas cerveceras como Mahou, San Miguel o Heineken, que de local en local corren la voz de su buen hacer. “Prefiero evitar las subcontratas y también a los hombres vestidos de traje. No necesitamos comerciales para vender. Los representantes de una marca ven nuestro trabajo y se lo comentan a sus clientes. Y si hoy hay que ver a un cliente en Madrid y mañana a otro en Málaga, se va. Hay que moverse y esforzarse”, asegura el empresario, quien añade que “la gente que funciona es la que tiene ideas. Mi consejo es ser valientes, no tener miedo, y no ver el telediario, porque si lo ves se te quitan las ganas de trabajar”.
Para Piñero, “nadie escapa a la crisis. Antes íbamos a pecho descubierto, pero ahora controlamos más los pagos, ahorramos en todo lo posible, trabajamos el doble y hacemos milagros con los precios. Además, la falta de financiación está haciendo mucho daño a la mayoría de las empresas. Se echa de menos ahora gente con dinero para invertir... Pero el secreto es no decir que no a ningún proyecto, transmitir al cliente y mucho trabajo”, destaca Piñero, que tiene como objetivo para este año “mantener lo que tenemos, aunque sea con mucho sacrificio” y superar los dos millones de facturación logrados en 2011

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