lunes, 2 de septiembre de 2013

¡HAY QUE SOBREVIVIR INNOVANDO?


Destierra tus malos hábitos para sobrevivir en la oficina 

 En el ámbito laboral hacer lo de siempre ya no vale. Ni empresa ni empleado pueden seguir trabajando como hasta ahora. Todos somos conscientes de ello, pero la cuestión es si podemos aprender a trabajar de otra forma para ser más efectivos. Para Pilar Jericó, presidenta de Be-Up, sí es posible dejar atrás conductas y comportamientos por muy arraigados que estén en la compañía y en el propio trabajador, y adquirir otros nuevos. Jericó opina que un cambio de hábito requiere tres elementos: “Tomar conciencia de ello, saber cómo hacerlo y constancia, es decir, repetición”. Los resultados no llegan de un día para otro, la frecuencia es esencial. Según los expertos, con 21 días de repetición cualquier profesional asimila una nueva forma de trabajar o actuar como algo natural. Y en el caso de una empresa, se calcula que en torno a las cinco semanas (con repeticiones diarias), los cambios son evidentes. En cuanto a las áreas en las que las compañías deben realizar cambios, Fernando Botella, CEO de Think & Actions, considera que recursos humanos es una de las principales: “Este departamento no puede seguir anclado en un papel meramente operativo, tiene que avanzar hacia una función estratégica para aportar un valor diferencial. Es decir, pasar de un rol de controlador de estrategia a una función más orientada a resultados”.Hábitos que dejar atrás Entre el amplio abanico de comportamientos dañinos en una organización tres son actualmente los más nocivos:
 1. Inmovilismo. Tener a los empleados y a la empresa centrados en la excusa como solución. Buscar motivos para no intentar algo diferente, en lugar de pasar a la acción y eliminar el miedo al fallo.
 2. La pérdida de especialización. Los ajustes de plantilla o la reducción de costes están impactando en la organización interna de muchas firmas. Los profesionales tienen que hacer de todo con la consiguiente pérdida de calidad y efectividad. 
3. La pérdida de diversión en el trabajo. En muchas oficinas reina la desmotivación. La falta de información y la incertidumbre minan la ilusión por dar lo mejor de uno mismo. Su consecuencia: falta de concentración, de eficacia, y, por tanto, peores resultados. Para lograr el cambio El proceso de desaprender un comportamiento o forma de actuar requiere mucha fuerza de voluntad e implicación. Para esta tarea lo primero es conocer toda la información que explica y justifica el cambio de actuación. Después hay que vencer las reticencias naturales a lo nuevo. “Cuando el profesional entienda racional y emocionalmente la necesidad de dejar atrás un hábito es cuando llegará el momento de actuar, estableciendo plazos y pautas de trabajo escalonadas”, dice Jericó. Pero ahí no acaba todo, hay que realizar un seguimiento y medición, “Si queremos conseguir un impacto duradero, un cambio sostenido y no marginal, hay que llevar a cabo la medición del impacto alcanzado”, recuerda Botella. Puntos en los que trabajar -Mentalidad de eterno aprendiz. Estar continuamente abierto a descubrir y aprender nuevas cosas, conservando la ilusión y el interés por lo que nos rodea.-Motivación al logro. No sólo hay que estar orientado a resultados, sino querer esos resultados.-Proactividad. Estar atento al entorno, ser detector de tendencias y estar en constante proceso de reinvención como trabajador y como persona.-Cooperación. Hay que fomentar la colaboración, dar voz a cada miembro de la empresa y escuchar su opinión y propuestas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario