lunes, 17 de febrero de 2014

¿SERÁS CAPAZ DE CAMBIAR DE VIDA LABORAL?




¿SERÁS CAPAZ DE CAMBIAR DE VIDA LABORAL?

Una mayoría de españoles se siente satisfecha de trabajar en puestos que no tienen que ver con su formación. Esto habla de cambios radicales en la vida laboral como solución para encontrar empleo. El 87% de los españoles valora positivamente haber desempeñado empleos no relacionados con su formación. Este dato, aportado por un reciente estudio elaborado por Adecco, recuerda el dilema de "no tengo trabajo porque no tengo experiencia, y no tengo experiencia porque nadie me da un empleo", un círculo vicioso en el que quedan atrapados muchos candidatos y que se une al hecho de que en el nuevo mercado laboral los niveles de exigencia en lo que se refiere a cualificación son cada vez más altos, pero la adecuación de esas cualificaciones a las necesidades reales de las empresas resultan muy difíciles de ajustar.
La Encuesta Adecco sobre Trayectoria Profesional habla asimismo de que hoy la estabilidad en el empleo no se refiere a mantener el mismo trabajo en la misma empresa. Ni siquiera en el mismo sector y, lo que es aún más sorprendente, tampoco en la misma carrera. Tenemos varias identidades profesionales y no debemos aferrarnos a una única.
Cualquiera puede cambiar su carrera, y hoy se debe reconocer la necesidad de ser muy flexible. Quizá por ello, la solución que cada vez más expertos sugieren a quienes buscan con dificultad y sin demasiado éxito un empleo o desean cambiar su trayectoria profesional es "reinventarse". Llega la hora del cambio radical. Si esto no te suena a nuevo, tampoco lo hará el hecho de que debemos crear nuestra propia estabilidad laboral desarrollando un nuevo juego de habilidades transferibles y pensar a largo plazo, tratando de adelantarnos a los cambios. Para nadie es nuevo que el trabajo para siempre se acabó.
También es de sobra conocido que cambiar de empleo o de carrera profesional podría llegar a ser como cambiar de coche. Hay estudios (citados ya varias veces) que cifran entre 7 y 10,5 la media de puestos que podríamos tener dentro de un lustro en una sola vida laboral. La enorme velocidad es el sustrato de todos los cambios. Hay nuevas preferencias sociales que dan lugar a nuevas profesiones, los perfiles se modifican con gran rapidez y se trabaja en función de todo esto.
Linda Gratton, experta en organización del trabajo, explicaba recientemente en Financial Times que "lo que está a la orden del día es lo que podríamos llamar monogamia en serie referida a las carreras".
La Encuesta Adecco sobre Trayectoria Profesional hecha pública ayer refleja que siete de cada diez empleados afirman que en algún momento de su carrera profesional han desempeñado algún trabajo que no estaba relacionado con su formación y/o experiencia previa. Haber trabajado en empleos diferentes ha supuesto una experiencia positiva para la inmensa mayoría de los encuestados, bien porque les ha aportado mayor experiencia en su currículo, porque ha supuesto una forma de contacto con el mercado laboral o porque les ha permitido pasar a otras áreas de la empresa más relacionadas con su formación (8%). Sólo para el 13% de los encuestados, estos empleos les ha reportado únicamente el beneficio de tener una remuneración. Y esto habla asimismo de cómo se tiende cada vez menos a preferir un buen sueldo a tener un trabajo que a uno le haga feliz. El dinero no puede ser el único impulsor del cambio Hay un denominador común cuando se analiza qué es lo que más valoran los empleados en una organización. Por un lado está la flexibilidad –horaria, teletrabajo, o referida a los medios que pone la empresa para la ayuda familiar–, y hay factores como el desarrollo y las oportunidades de formación y crecimiento –las que harán que más tarde la retribución sea mayor– o los aspectos culturales, más apreciados por las jóvenes generaciones, que tienen otra forma de entender la relación entre empleado y empleador. Debes tener en cuenta que el concepto de felicidad guarda relación con la decisión de trabajar en una empresa de forma comprometida. Si buscas sólo el sueldo quizá te interese saber que los expertos calculan que la motivación extra que proporciona un aumento dura apenas tres meses, y las ocupaciones que producen más satisfacción son las que implican un mayor grado de realización personal, y se basan por tanto en las actividades que aportan un alto valor. Aquí el dinero no tiene mucho que ver con ser feliz en el trabajo. Conseguir un empleo sin tener experiencia El reto es que las empresas y los empleados cambien, piensen y actúen de modo diferente, y que se brinde la oportunidad a personas sin experiencia pero con las actitudes correctas. Parece claro que el currículo y la experiencia real –perfil hard– es una condición necesaria, pero que ya no resulta suficiente. Las teclas que predicen el éxito del desempeño están en el mundo de la personalidad o de las competencias, y prescindir de esto resulta suicida. La diferencia entre el desempeño excelente y el fracaso son las cualidades personales. Desde hace años hay muchos tipos de organizaciones interesadas en universitarios que hayan cursado un posgrado pero que no tengan una experiencia definida, con la idea de incorporar a profesionales para desarrollarlos internamente. Para ciertas profesiones la experiencia resulta fundamental, y hasta ahora se valoraba, pero esto puede dejar de ser la moneda de cambio en el mercado del talento. Hay quien piensa que en vez de seleccionar en función de una carrera dilatada se tenderá a escoger por actitudes y por cultura. Si la gente no tiene experiencia, lo que se valora es la actitud, y el empleado con éxito destacará por su actitud, entusiasmo y ganas de aprender.
Sienta las bases de una transformación total Para el cambio radical de tu vida profesional la clave está en pensar a largo plazo, tratando de adelantarse a los cambios del mercado. No te centres únicamente en la búsqueda de posiciones similares a las que has desarrollado hasta ahora. Trabaja tu reputación teniendo en cuenta que la relación entre empleado y empleador ya no es de por vida. Esto transforma la manera en la que entiendes tu carrera o tu profesión. Tendrás que adaptarte a la llegada de nuevos modelos de compromiso, de carrera y a la posibilidad de trabajar por proyectos, o tener en cuenta las posibilidades de empleo independiente. Enfócate hacia aquello en lo que eres realmente bueno, y piensa que eres un proveedor de servicios. Debes olvidar para siempre la idea de que será una empresa tradicional la que te contrate y te pague un sueldo. Nueva forma de entender el 'estar desempleado' Si todo esto es cierto, y el trabajo para siempre se acabó, también habrá que revisar las actitudes, estrategias y percepciones que tenemos acerca de ese periodo de transición entre empleo y empleo. Lo que para casi todos es una situación incómoda, que muchos ocultan (aunque busquen activamente un trabajo), cambiará radicalmente. Se trata de que, en vez de hablar de parados estaremos ante "profesionales en transición", con un estatus diferente, una nueva actitud, una identidad peculiar (que hay que mantener y cultivar), una filosofía de vida y una dedicación profesional específica al difícil trabajo de buscar un puesto. La tendencia es que nuestra actividad quede ligada a diferentes proyectos, y tendremos que acostumbrarnos a ir saltando de puesto en puesto. La estancia en cada trabajo será más corta cada año, y este tipo de "transiciones" se darán cada vez más veces en nuestra carrera.

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