martes, 15 de noviembre de 2011

TAN SÓLO UN 19% DE LOS ESPAÑOLES SIENTE UN COMPROMISO TOTAL HACÍA SU EMPRESA.

Encuentre el empleo que le haga feliz
En estos últimos años tener un empleo es tener un tesoro. El trabajo se ha convertido en todo un lujo, una cierta garantía ante la crisis. Pero, en no pocas ocasiones ese puesto puede convertirse en una jaula de oro. Y es que hay mucha gente que vive una penitencia en empleos que aborrece, y este calvario invita a muchos trabajadores a perder el compromiso con la empresa, a ser menos productivos.

Tan sólo un 19% de los españoles siente un compromiso total hacía su empresa, según el estudio Global Workforce Study realizado por la consultora Towers Perrin. Sentirse realizado en su puesto laboral es una de las motivaciones que llevan a cualquier trabajador a comprometerse con la compañía. Pero, ¿cómo conseguir el puesto deseado?
James Caan, en su libro Consiga el trabajo que en verdad desea (editorial Conecta), considera la perseverancia como una virtud esencial a la hora de lograr el puesto al que aspira. No es fácil. En el contexto económico en el que nos movemos ahora, es difícil superar las entrevistas de trabajo en aquellas organizaciones en las que desea trabajar, pero no imposible. “Si va completamente preparado, si comprende el proceso, si investiga su mercado y a sus competidores, si sabe las cifras, si ha hecho todo lo que debía, habrá cambiado las tornas en favor de lograr la inversión”. Una inversión de futuro: su próximo destino laboral.
Y este paso no tiene por qué ser algo negativo ni traumático. Una entrevista de trabajo puede llegar a ser divertida. ¿Cómo? Lo primero es llegar relajado, informado, preparado y seguro de sí mismo. Es decir, “pensar en todos los aspectos de la presentación para dar una primera impresión fuerte y cordial y no dejarse vencer por los juegos de poder o las preguntas capciosas del entrevistador”.
Felicidad en el trabajoSegún Tal Ben-Shahar, escritor y académico, la felicidad no es llegar a la cima de la montaña sino trepar hacia la cumbre. Y se puede conseguir en la empresa si esa organización “ayuda a los empleados a reconocer y desarrollar sus puntos fuertes, porque la gente que conoce sus cualidades es más feliz, está más motivada y tiene más éxito en el trabajo”.
“Cuando los responsables de un colectivo crean un clima de seguridad psicológica, cuando sus miembros no se sienten frustrados ante un determinado fracaso y hablan sobre los errores que cometen con naturalidad, todos los profesionales de ese grupo pueden aprender y mejorar”, señala Ben Shahar. Y es que a todos nos gratifica superar barreras, retos por nosotros mismos y sentirnos recompensados en la empresa. Y no necesariamente en el ámbito económico.
Estar feliz en el puesto laboral depende del reconocimiento de los méritos, de la confianza que los superiores tengan sobre el equipo y de la motivación, entre otros aspectos. Por eso, implicar a los empleados y colaboradores es esencial. Al menos para Silvia Damiano, experta en inteligencia emocional y neuroliderazgo, quien defiende que nadie dará lo mejor de sí mismo si no se siente parte de un proyecto. Por eso, en su libro Implícame (Gestión 2000), lanza un mensaje a los ejecutivos: “El compromiso es un proceso activo que empieza dentro de cada uno de nosotros. Como directivos, entender qué nos hace participar y cómo podemos conseguir que otros se impliquen es la manera de avanzar para lograr objetivos y trabajar en un ambiente feliz”.
Sin embargo, alcanzar esta meta no siempre es sencillo. Y menos en aquellas empresas con jerarquías excesivamente herméticas, donde se frena la creación de estructuras horizontales que favorezcan la creatividad. Según Ben-Shahar, “las compañías deberían pensar más en el bienestar de los empleados”, para intentar que estos también se comprometan más con la empresa y evitar que se pierda productividad

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