Convierta la incertidumbre en éxitos
Para la mayoría de las personas el hecho de que la rutina se rompa, que las reglas de siempre dejen de funcionar le provoca un desconcierto que puede generar importantes fallos o incluso fracasos. Magnus Lindkvist defiende que es posible convertir la falta de seguridad en algo positivo. Se pueden aprovechar las oportunidades que depara lo incierto y utilizar el conflicto como herramienta de dirección.
Vivimos en un mundo donde el adjetivo inesperado se ha convertido en un término habitual. Lo aplicamos a catástrofes naturales, a desplomes financieros… Es evidente que la incertidumbre nos rodea y nos golpea. Sin embargo, en la mayoría de los casos no somos conscientes de que cada día es un enfrentamiento en potencia con lo inesperado, porque estos sucesos apenas interfieren en nuestra vida cotidiana.
El problema es que en una sociedad acostumbrada a controlar y entender todo, tememos y detestamos lo inesperado porque sacude nuestras emociones y amenaza nuestro equilibrio. Magnus Lindkvist defiende en su libro Cuando menos te lo esperas que debemos esforzarnos en encontrar el lado positivo de la incertidumbre.
En el ámbito laboral el desconcierto puede ocasionar que los empleados rindan menos o que rebajen la calidad de su trabajo. ¿Qué podemos hacer? Lo primero es aceptar que, queramos o no, las cosas sucederán. Por eso, el autor analiza una serie de puntos que pueden ayudarnos a afrontar los imprevistos:
-Cómo definir lo inesperado. ¿Cómo podemos decir que una cosa es inesperada y otra no? Aunque parezca obvio, la percepción de las cosas es muy diferente de una persona a otra. Por eso Lindkvist nos anima a descubrir el poder de lo raro. Nos recuerda que algo extraño no tiene por qué ser malo. Hay que darse un tiempo y explorar todas sus posibilidades.
-En el ámbito personal.Los seres humanos odiamos la impotencia, de ahí que busquemos en los hábitos y en las actividades cotidianas protección contra el estrés. Debemos abrir la mente, atrevernos a experimentar y a disfrutar de la emoción de lo desconocido. El autor analiza cómo reaccionamos cuando nos asalta la incertidumbre y cómo debemos aprovechar nuestro impulso creativo.
-En el ámbito de la empresa. El desconocimiento y lo repentino es intrínseco al mundo empresarial. El autor recuerda que el cambio de condiciones es constante y que la velocidad con la que las aceptemos y las asumamos puede convertirse en una ventaja competitiva que nos permita conseguir nuestros objetivos. Para ilustrarlo recoge varios ejemplos de compañías que han sabido hacer una lectura positiva de giros repentinos.
Uno de los capítulos más interesantes es en el que defiende el conflicto y la inseguridad como herramientas de la dirección. Afirma Lindkvist que la certidumbre es enemiga de la innovación. Nos acostumbramos a hacer las cosas de una determinada forma y nosotros mismos nos ponemos una venda en los ojos que hace que no contemplemos otras vías de hacer las cosas. Por eso nos incita a romper con nuestros propios hábitos, a discutir las normas que nos vienen dadas y aprovechar otros puntos de vista.
Para la mayoría de las personas el hecho de que la rutina se rompa, que las reglas de siempre dejen de funcionar le provoca un desconcierto que puede generar importantes fallos o incluso fracasos. Magnus Lindkvist defiende que es posible convertir la falta de seguridad en algo positivo. Se pueden aprovechar las oportunidades que depara lo incierto y utilizar el conflicto como herramienta de dirección.
Vivimos en un mundo donde el adjetivo inesperado se ha convertido en un término habitual. Lo aplicamos a catástrofes naturales, a desplomes financieros… Es evidente que la incertidumbre nos rodea y nos golpea. Sin embargo, en la mayoría de los casos no somos conscientes de que cada día es un enfrentamiento en potencia con lo inesperado, porque estos sucesos apenas interfieren en nuestra vida cotidiana.
El problema es que en una sociedad acostumbrada a controlar y entender todo, tememos y detestamos lo inesperado porque sacude nuestras emociones y amenaza nuestro equilibrio. Magnus Lindkvist defiende en su libro Cuando menos te lo esperas que debemos esforzarnos en encontrar el lado positivo de la incertidumbre.
En el ámbito laboral el desconcierto puede ocasionar que los empleados rindan menos o que rebajen la calidad de su trabajo. ¿Qué podemos hacer? Lo primero es aceptar que, queramos o no, las cosas sucederán. Por eso, el autor analiza una serie de puntos que pueden ayudarnos a afrontar los imprevistos:
-Cómo definir lo inesperado. ¿Cómo podemos decir que una cosa es inesperada y otra no? Aunque parezca obvio, la percepción de las cosas es muy diferente de una persona a otra. Por eso Lindkvist nos anima a descubrir el poder de lo raro. Nos recuerda que algo extraño no tiene por qué ser malo. Hay que darse un tiempo y explorar todas sus posibilidades.
-En el ámbito personal.Los seres humanos odiamos la impotencia, de ahí que busquemos en los hábitos y en las actividades cotidianas protección contra el estrés. Debemos abrir la mente, atrevernos a experimentar y a disfrutar de la emoción de lo desconocido. El autor analiza cómo reaccionamos cuando nos asalta la incertidumbre y cómo debemos aprovechar nuestro impulso creativo.
-En el ámbito de la empresa. El desconocimiento y lo repentino es intrínseco al mundo empresarial. El autor recuerda que el cambio de condiciones es constante y que la velocidad con la que las aceptemos y las asumamos puede convertirse en una ventaja competitiva que nos permita conseguir nuestros objetivos. Para ilustrarlo recoge varios ejemplos de compañías que han sabido hacer una lectura positiva de giros repentinos.
Uno de los capítulos más interesantes es en el que defiende el conflicto y la inseguridad como herramientas de la dirección. Afirma Lindkvist que la certidumbre es enemiga de la innovación. Nos acostumbramos a hacer las cosas de una determinada forma y nosotros mismos nos ponemos una venda en los ojos que hace que no contemplemos otras vías de hacer las cosas. Por eso nos incita a romper con nuestros propios hábitos, a discutir las normas que nos vienen dadas y aprovechar otros puntos de vista.
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