¿Dónde está el dinero para las ideas?
Cuando los bancos cierran el grifo del crédito para los emprendedores estos tienen que conseguir fuentes alternativas para sacar adelante sus proyectos. Capital propio, clientes, inversores privados o sociedades de avales son algunas de las vías para obtener recursos.
Tengo una buena idea y un sólido plan de negocio, pero ¿cómo encontraré el capital para financiar mi nueva empresa?, se pregunta un emprendedor. La dificultad de acceso al crédito para poner en marcha un proyecto es uno de los obstáculos que frena el espíritu empresarial. Una circunstancia que desde distintos sectores se urge a dar solución. "La situación no ha mejorado: más del 80% de los autónomos encuentra dificultades para conseguir financiación; a casi la mitad se le ha denegado; y a uno de cada cuatro se les ha concedido por un importe menor al solicitado", enumera Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de ATA.
La conclusión de esta situación la ofrece Juan José Güemes, presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora del IE Business School: "Las empresas tienen un ciclo vital, pero en este contexto en el que existe una dificultad extraordinaria para conseguir recursos, muchas de ellas mueren antes de tiempo por una falta de liquidez".
Romper esa barrera pasa por realizar una estrategia de financiación: se debe tener claro dónde se puede acudir y qué hay que pedir. >strong>El emprendedor debe diversificar las vías de crédito porque, según Ferrero, "es más fácil conseguir los recursos si se divide el capital necesario entre varias fuentes. El importe solicitado será menor y, por eso, las probabilidades de obtenerlo aumentan"; y ha de buscar fuentes alternativas al crédito bancario. Si las entidades financieras cierran el grifo, habrá que barajar otras opciones.
Inversores y otros recursos"El nuevo empresario tiene que aportar dinero. Nadie financiará el 100% de un proyecto!, afirma Fernando Moroy, profesor de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y vicepresidente de Keiretsu, una red de inversores privados. Este experto calcula que el 40% del total de la financiación deberían ser recursos propios aportados por el emprendedor, su familia o amigos. O lo que en inglés se llama las tres efes: family (familia), friends (amigos) y fools (locos).
El resto de capital puede obtenerse a través de sociedades de capital riesgo, de avales o inversores privados. Según Raúl Mínguez, analista del Consejo de Cámaras de Comercio, el número de emprendedores que acude a estas fuentes se ha triplicado en los últimos años.
En este sentido, Moroy destaca el préstamo de Enisa, dependiente del Ministerio de Industria, de hasta 50.000 euros para la creación de empresas promovidas por jóvenes, y las líneas de financiación de Avalmadrid, que permite acceder a importes de hasta 60.000 euros.
Los business angels, aunque tienen cada vez más presencia en España, se dedican sobre todo a la financiación de proyectos vinculados a Internet. Güemes expone que "en este país, el perfil de estos inversores privados es el del emprendedor que ha tenido éxito en negocios tecnológicos, y proporciona a los nuevos empresarios financiación, apoyo y contactos".
Sébastien Chartier, consejero delegado de Creaventure, opina de forma similar: "Las redes de business angels están extendidas en el sector tecnológico. Si se quiere abrir una zapatería es complicado acceder a ellos".Sin embargo, el capital más seguro para una nueva empresa llega a través de la venta de sus productos y servicios. "Los emprendedores deberían buscar más clientes que fuentes para obtener crédito", sentencia Chartier. O como expone el presidente del Centro de Gestión Emprendedora del IE: "La mejor financiación es la propia actividad. Toda empresa tiene que vender, y esto es lo importante. Si esto no ocurre, el negocio muere, aunque se haya conseguido mucho capital".
Más cultura financieraUna de las razones que esgrimen los expertos para explicar esa falta de financiación de la que adolecen los proyectos españoles –al margen de la actual coyuntura económica–, es la escasez de inversores. "La cultura de business angels es algo incipiente, todavía no es un mercado maduro", explica el profesor de la EOI. En concreto, el número de inversores en redes de business angels en España es de 1.473, mientras que en Estados Unidos es de 12.000, de acuerdo con El Libro Blanco del Emprendedor de Esade.
En este sentido, Güemes considera que "faltan inversores capaces de contribuir a que un proyecto tecnológico se convierta en una empresa. Se necesitan personas capaces de cubrir ese hueco en el sistema financiero".A este déficit se suma el hecho de que "un proyecto implica riesgo, y es normal que los financiadores tomen precauciones a la hora de poner dinero", de acuerdo con Moroy.
¿Cuál son los puntos críticos que un inversor tiene en cuenta para embarcarse en un proyecto? Este experto ofrece cinco argumentos. En un primer momento, el financiador se fijará en el equipo, la experiencia y el conocimiento del sector que poseen los emprendedores, es decir, en su perfil. Luego se centrará en el negocio:la oportunidad que supone o el hueco en el mercado que cubrirá, y si la empresa tiene posibilidades de crecimiento real. El cuarto punto es que la idea esté plasmada y confeccionada en un proyecto sólido; y por último, el inversor estudia su propia estrategia de salida, que suele producirse a los cinco años.
El emprendedor tiene que dedicar tiempo al estudio de las distintas fuentes de financiación –‘business angels’, entidades bancarias, sociedades de avales o ayudas públicas–, para conocer qué ofrece el mercado y cuáles son las posibilidades de conseguir el crédito en cada una de ellas.
CLAVES PARA ENCONTRAR CAPITAL
Es conveniente realizar un sólido análisis financiero. El empresario debe establecer una cantidad mínima para comenzar con el negocio.
Calcular los costes de la financiación: las comisiones, disponer de patrimonio como aval...
Deberá analizar los riesgos financieros, como la morosidad o el retraso en los pagos de sus clientes.
Ante todo, el emprendedor tiene que saber en qué va a invertir los recursos conseguidos
Cuando los bancos cierran el grifo del crédito para los emprendedores estos tienen que conseguir fuentes alternativas para sacar adelante sus proyectos. Capital propio, clientes, inversores privados o sociedades de avales son algunas de las vías para obtener recursos.
Tengo una buena idea y un sólido plan de negocio, pero ¿cómo encontraré el capital para financiar mi nueva empresa?, se pregunta un emprendedor. La dificultad de acceso al crédito para poner en marcha un proyecto es uno de los obstáculos que frena el espíritu empresarial. Una circunstancia que desde distintos sectores se urge a dar solución. "La situación no ha mejorado: más del 80% de los autónomos encuentra dificultades para conseguir financiación; a casi la mitad se le ha denegado; y a uno de cada cuatro se les ha concedido por un importe menor al solicitado", enumera Celia Ferrero, vicepresidenta ejecutiva de ATA.
La conclusión de esta situación la ofrece Juan José Güemes, presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora del IE Business School: "Las empresas tienen un ciclo vital, pero en este contexto en el que existe una dificultad extraordinaria para conseguir recursos, muchas de ellas mueren antes de tiempo por una falta de liquidez".
Romper esa barrera pasa por realizar una estrategia de financiación: se debe tener claro dónde se puede acudir y qué hay que pedir. >strong>El emprendedor debe diversificar las vías de crédito porque, según Ferrero, "es más fácil conseguir los recursos si se divide el capital necesario entre varias fuentes. El importe solicitado será menor y, por eso, las probabilidades de obtenerlo aumentan"; y ha de buscar fuentes alternativas al crédito bancario. Si las entidades financieras cierran el grifo, habrá que barajar otras opciones.
Inversores y otros recursos"El nuevo empresario tiene que aportar dinero. Nadie financiará el 100% de un proyecto!, afirma Fernando Moroy, profesor de la Escuela de Organización Industrial (EOI) y vicepresidente de Keiretsu, una red de inversores privados. Este experto calcula que el 40% del total de la financiación deberían ser recursos propios aportados por el emprendedor, su familia o amigos. O lo que en inglés se llama las tres efes: family (familia), friends (amigos) y fools (locos).
El resto de capital puede obtenerse a través de sociedades de capital riesgo, de avales o inversores privados. Según Raúl Mínguez, analista del Consejo de Cámaras de Comercio, el número de emprendedores que acude a estas fuentes se ha triplicado en los últimos años.
En este sentido, Moroy destaca el préstamo de Enisa, dependiente del Ministerio de Industria, de hasta 50.000 euros para la creación de empresas promovidas por jóvenes, y las líneas de financiación de Avalmadrid, que permite acceder a importes de hasta 60.000 euros.
Los business angels, aunque tienen cada vez más presencia en España, se dedican sobre todo a la financiación de proyectos vinculados a Internet. Güemes expone que "en este país, el perfil de estos inversores privados es el del emprendedor que ha tenido éxito en negocios tecnológicos, y proporciona a los nuevos empresarios financiación, apoyo y contactos".
Sébastien Chartier, consejero delegado de Creaventure, opina de forma similar: "Las redes de business angels están extendidas en el sector tecnológico. Si se quiere abrir una zapatería es complicado acceder a ellos".Sin embargo, el capital más seguro para una nueva empresa llega a través de la venta de sus productos y servicios. "Los emprendedores deberían buscar más clientes que fuentes para obtener crédito", sentencia Chartier. O como expone el presidente del Centro de Gestión Emprendedora del IE: "La mejor financiación es la propia actividad. Toda empresa tiene que vender, y esto es lo importante. Si esto no ocurre, el negocio muere, aunque se haya conseguido mucho capital".
Más cultura financieraUna de las razones que esgrimen los expertos para explicar esa falta de financiación de la que adolecen los proyectos españoles –al margen de la actual coyuntura económica–, es la escasez de inversores. "La cultura de business angels es algo incipiente, todavía no es un mercado maduro", explica el profesor de la EOI. En concreto, el número de inversores en redes de business angels en España es de 1.473, mientras que en Estados Unidos es de 12.000, de acuerdo con El Libro Blanco del Emprendedor de Esade.
En este sentido, Güemes considera que "faltan inversores capaces de contribuir a que un proyecto tecnológico se convierta en una empresa. Se necesitan personas capaces de cubrir ese hueco en el sistema financiero".A este déficit se suma el hecho de que "un proyecto implica riesgo, y es normal que los financiadores tomen precauciones a la hora de poner dinero", de acuerdo con Moroy.
¿Cuál son los puntos críticos que un inversor tiene en cuenta para embarcarse en un proyecto? Este experto ofrece cinco argumentos. En un primer momento, el financiador se fijará en el equipo, la experiencia y el conocimiento del sector que poseen los emprendedores, es decir, en su perfil. Luego se centrará en el negocio:la oportunidad que supone o el hueco en el mercado que cubrirá, y si la empresa tiene posibilidades de crecimiento real. El cuarto punto es que la idea esté plasmada y confeccionada en un proyecto sólido; y por último, el inversor estudia su propia estrategia de salida, que suele producirse a los cinco años.
El emprendedor tiene que dedicar tiempo al estudio de las distintas fuentes de financiación –‘business angels’, entidades bancarias, sociedades de avales o ayudas públicas–, para conocer qué ofrece el mercado y cuáles son las posibilidades de conseguir el crédito en cada una de ellas.
CLAVES PARA ENCONTRAR CAPITAL
Es conveniente realizar un sólido análisis financiero. El empresario debe establecer una cantidad mínima para comenzar con el negocio.
Calcular los costes de la financiación: las comisiones, disponer de patrimonio como aval...
Deberá analizar los riesgos financieros, como la morosidad o el retraso en los pagos de sus clientes.
Ante todo, el emprendedor tiene que saber en qué va a invertir los recursos conseguidos
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