domingo, 17 de agosto de 2014

¿DE VERDAD CREES QUE ESTÁS EN SINTONÍA CON TU JEFE?

¿De verdad crees que estás en sintonía con tu jefe?

Estar alineado con el responsable de tu equipo no es fácil y no sólo depende de ti. Las organizaciones orientadas a las personas cuidan al detalle la comunicación y el 'feedback' entre jefes y empleados.
Hay equipos que se entienden a la perfección, en los que líder y colaboradores hablan el mismo idioma.
Hay equipos que se entienden a la perfección, en los que líder y colaboradores hablan el mismo idioma.
Seguro que en alguna ocasión te has encontrado inmerso en una conversación con tu jefe de la que no conseguiste sacar ninguna conclusión. Hablar el mismo idioma que tu responsable no siempre es sencillo. Entran en juego los egos, la autoridad (a veces) mal entendida y la inseguridad o falta de confianza que pueda tener el empleado. Pero eso sólo sucede en organizaciones estancadas en una cultura corporativa hermética en la que el trato con el superior está burocratizado.
Noelia de Lucas, directora comercial de Hays España, está convencida de que hablar el mismo lenguaje no es un problema "en las empresas de éxito, aquellas orientadas a las personas en las que el líder está muy presente en el día a día de la compañía". Pero que ésta sea la situación más deseable no significa que sea la más habitual. José María Gasalla, profesor de Deusto Business School, cree que todavía hay un alto porcentaje de empresas en las que sucede que los jefes viven desconectados de sus colaboradores: "Muchos profesionales pasan sus jornadas mirando hacia arriba, pensando en qué le gustaría escuchar a su jefe directo. Por eso hay responsables que no conectan con su equipo y viven preocupados por su superior ya que, al fin y al cabo, será quien les pueda promocionar".
Es una cuestión de carácter, defiende Manuel Fidalgo, executive manager de Page Personnel, para quien, en el fondo, todo depende de cómo sea ese jefe. "Si es autoritario se comportará de una determinada manera y la comunicación con él será más difícil".
Las empresas en las que el líder y el equipo están cohesionados son firmas de éxito
Aunque para que un equipo tenga una comunicación fluida se requiere una buena gestión por parte del jefe, éste no es el único responsable. Si como empleado buscas alinearte con tu superior también es necesario que pongas algo de tu parte. "La manera más inteligente es conocer al líder y no sólo en su rol de jefe, sino como persona; saber cuáles son sus puntos fuertes y débiles.De esta manera llegarías a estar alineado con él y de ahí sería más sencillo pasar a una fase de sintonía para terminar en la sincronización", resume Gasalla.
De Lucas cree que todo se reduce a la inteligencia emocional: "No se trata de hacer la pelota ni de convertirte en el adulador del jefe. Es más, estar alineado con el responsable de un equipo no significa que tengas que estar de acuerdo en todo con él. Si tienes opiniones contrarias a las suyas lo mejor es que las des, siempre de manera educada". Pistas La clave es saber plantear tus ideas con argumentos y de la manera en la que tu superior espera que se lo propongas. No hay más secreto que compartir los éxitos y fracasos de todo el equipo y no sólo los propios, explica Fidalgo. Si consigues estar en la misma línea que el líder podrás empaparte de su experiencia y aprender de las habilidades y capacidades de ese superior.
Así lo cree Gasalla, para quien el mejor rédito que se puede conseguir por estar alineado con el jefe es el aprendizaje. No sólo eso. Según el profesor de Deusto Business School, "si logras estar en sintonía con tu responsable, éste comenzará a delegar en ti algunas funciones, algo fundamental para aprender también de la práctica".
Y si despiertas envidias entre tus compañeros será porque lo estés haciendo mal, es decir, porque te estés comportando más como un lisonjero que como un profesional volcado en lograr que el equipo camine en la misma dirección. Aun así, hay veces que es inevitable que aparezcan celos en el resto de la plantilla. Y eso es porque si en ese equipo existen mediocres, éstos no querrán que destaques y sus reacciones serán las típicas: "Poca colaboración, dejarte aislado y alimentar rumores", enumera Gasalla.
Un comportamiento infantil que, sin embargo, no se debería producir en organizaciones maduras en las que los méritos se reparten entre todos. De Lucas asegura que cuando esta situación se da es porque tanto el líder como sus colaboradores ponen de su parte. "Estos equipos existen y generan el ambiente ideal de trabajo. El mérito es de todos porque el jefe demuestra que sabe escuchar, dar una visión clara del trabajo y cohesión entre los empleados; y los trabajadores saben que no están participando en ningún concurso de egos, que no hay individualidades".
Se trata, en definitiva, de formar un grupo de trabajo en el que cada miembro funcione como una pieza bien engrasada de una maquinaria y vayan de la mano hacia la consecución de los resultados.

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