Qué reforma laboral nos traerá el Gobierno
Ante un mercado de trabajo que no levanta cabeza, Mariano Rajoy ya ha comenzado a proyectar cambios. La simplificación de los contratos, la creación de un fondo de capitalización para cada trabajador y la primacía de los convenios de empresa son algunas de las propuestas.
Urgencia de reforma es lo que tiene el mercado laboral español con casi cinco millones de personas sin trabajo y con unas previsiones de la OCDE que indican que la tasa de paro puede subir hasta el 23% en 2012, –ahora es del 21,52% según la Encuesta de Población Activa–. En este escenario, el presidente electo, Mariano Rajoy, mantuvo reuniones por separado la semana pasada con los agentes sociales para abordar una nueva reforma laboral y cerrar los tiempos para su aprobación. Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, dijo que Rajoy quiere cerrar acuerdos después de Navidad; y Juan Rosell, presidente de la CEOE, transmitió que el líder del PP comunicó que no pueden estar negociando de forma indefinida. Así que año nuevo, reforma laboral nueva.
El programa electoral del Partido Popular no ha sido muy claro en esta materia; si bien Mariano Rajoy sí avanzó durante la campaña que haría una reforma para impulsar el mercado de trabajo y reducir los niveles de desempleo. Entre sus propuestas, el nuevo Gobierno puede resucitar la idea del modelo austríaco, un fondo de capitalización individual para cada trabajador que, en caso de despido, serviría para su indemnización. También podría utilizarse para su formación, favorecer la movilidad o para su jubilación.
Asimismo, el PP apuesta por una simplificación de los tipos de contratos, "para reducir la temporalidad y dar expectativas de estabilidad, flexibilidad y seguridad a todos los trabajadores y empresas". El planteamiento de un contrato único de indemnización progresiva ha sido avanzado por este grupo político en alguna ocasión. Sin embargo, Toxo, tras el encuentro, comentó que Rajoy "también es consciente de que la economía no necesita sólo una forma de contrato de trabajo".
En cuanto a la negociación colectiva, el PP da prioridad a los convenios de empresa frente a los de ámbito superior, como los sectoriales o los estatales. De este modo, se hace posible que el salario o la jornada de trabajo puedan adaptarse a las circunstancias de cada empresa.
Qué se necesitaMientras se suceden las reuniones y se materializan los acuerdos, ¿qué demanda el mercado laboral español? "Creo que se necesita una reforma global y profunda de nuestro mercado de trabajo en todos sus aspectos, pero quizá pivotado en tres ejes: reforma de la contratación laboral, flexibilidad especialmente para las pymes y un marco más adecuado a la realidad de la negociación colectiva. En general, una reforma que genere confianza en las empresas y evite el miedo a contratar", opina Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados.
En concreto, para los expertos la contratación es precisamente la cuestión en la que se deberían centrar las principales novedades. "Sería conveniente flexibilizar los requisitos para su celebración y mitigar las consecuencias de su incumplimiento. También podrían adoptarse medidas que favorezcan la contratación temporal acausal, y establecer una regulación más sencilla para el contrato a tiempo parcial", opina Fermín Guardiola, socio del departamento de laboral de Baker & Mckenzie. En este sentido, la unificación o simplificación de las formas contractuales se convierte en una opción. Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), aboga por "un contrato sencillo, pero no igual para todos, en el que se explique el número de horas, la categoría profesional y el sueldo".
Para Salvador del Rey, socio y presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, "debe haber una unificación del contrato indefinido, una simplificación de los temporales, una promoción del parcial, y una reformulación de la contratación para la formación y el aprendizaje".
Federico Durán, director del departamento laboral de Garrigues, explica que "para vencer las reticencias a la hora de contratar debe preverse un acuerdo ligado a la coyuntura, indefinido, con una indemnización reducida y sin sujeción al control judicial. Además, hay que permitir un uso más amplio de las posibilidades de reclutamiento de las empresas de trabajo temporal".
El primer paso ya se ha dado; el camino para la nueva reforma se andará en 2012.
Ante un mercado de trabajo que no levanta cabeza, Mariano Rajoy ya ha comenzado a proyectar cambios. La simplificación de los contratos, la creación de un fondo de capitalización para cada trabajador y la primacía de los convenios de empresa son algunas de las propuestas.
Urgencia de reforma es lo que tiene el mercado laboral español con casi cinco millones de personas sin trabajo y con unas previsiones de la OCDE que indican que la tasa de paro puede subir hasta el 23% en 2012, –ahora es del 21,52% según la Encuesta de Población Activa–. En este escenario, el presidente electo, Mariano Rajoy, mantuvo reuniones por separado la semana pasada con los agentes sociales para abordar una nueva reforma laboral y cerrar los tiempos para su aprobación. Ignacio Fernández Toxo, secretario general de CCOO, dijo que Rajoy quiere cerrar acuerdos después de Navidad; y Juan Rosell, presidente de la CEOE, transmitió que el líder del PP comunicó que no pueden estar negociando de forma indefinida. Así que año nuevo, reforma laboral nueva.
El programa electoral del Partido Popular no ha sido muy claro en esta materia; si bien Mariano Rajoy sí avanzó durante la campaña que haría una reforma para impulsar el mercado de trabajo y reducir los niveles de desempleo. Entre sus propuestas, el nuevo Gobierno puede resucitar la idea del modelo austríaco, un fondo de capitalización individual para cada trabajador que, en caso de despido, serviría para su indemnización. También podría utilizarse para su formación, favorecer la movilidad o para su jubilación.
Asimismo, el PP apuesta por una simplificación de los tipos de contratos, "para reducir la temporalidad y dar expectativas de estabilidad, flexibilidad y seguridad a todos los trabajadores y empresas". El planteamiento de un contrato único de indemnización progresiva ha sido avanzado por este grupo político en alguna ocasión. Sin embargo, Toxo, tras el encuentro, comentó que Rajoy "también es consciente de que la economía no necesita sólo una forma de contrato de trabajo".
En cuanto a la negociación colectiva, el PP da prioridad a los convenios de empresa frente a los de ámbito superior, como los sectoriales o los estatales. De este modo, se hace posible que el salario o la jornada de trabajo puedan adaptarse a las circunstancias de cada empresa.
Qué se necesitaMientras se suceden las reuniones y se materializan los acuerdos, ¿qué demanda el mercado laboral español? "Creo que se necesita una reforma global y profunda de nuestro mercado de trabajo en todos sus aspectos, pero quizá pivotado en tres ejes: reforma de la contratación laboral, flexibilidad especialmente para las pymes y un marco más adecuado a la realidad de la negociación colectiva. En general, una reforma que genere confianza en las empresas y evite el miedo a contratar", opina Íñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados.
En concreto, para los expertos la contratación es precisamente la cuestión en la que se deberían centrar las principales novedades. "Sería conveniente flexibilizar los requisitos para su celebración y mitigar las consecuencias de su incumplimiento. También podrían adoptarse medidas que favorezcan la contratación temporal acausal, y establecer una regulación más sencilla para el contrato a tiempo parcial", opina Fermín Guardiola, socio del departamento de laboral de Baker & Mckenzie. En este sentido, la unificación o simplificación de las formas contractuales se convierte en una opción. Joaquín Trigo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), aboga por "un contrato sencillo, pero no igual para todos, en el que se explique el número de horas, la categoría profesional y el sueldo".
Para Salvador del Rey, socio y presidente del Instituto Internacional Cuatrecasas, "debe haber una unificación del contrato indefinido, una simplificación de los temporales, una promoción del parcial, y una reformulación de la contratación para la formación y el aprendizaje".
Federico Durán, director del departamento laboral de Garrigues, explica que "para vencer las reticencias a la hora de contratar debe preverse un acuerdo ligado a la coyuntura, indefinido, con una indemnización reducida y sin sujeción al control judicial. Además, hay que permitir un uso más amplio de las posibilidades de reclutamiento de las empresas de trabajo temporal".
El primer paso ya se ha dado; el camino para la nueva reforma se andará en 2012.
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