lunes, 31 de marzo de 2014

¿TU JEFE TE AMARGA?


Cómo sacar partido profesional de un jefe que te amarga la vida 

Ya sabes que uno no se va de su empresa, sino de su jefe. Pero hasta esto puede tener solución, porque es posible aprovechar en beneficio propio el hecho de tener un superior inepto. Se trata de transformar la aparente desgracia profesional en una ventaja que puede incluso repercutir favorablemente en tu carrera. Si juegas bien tus cartas cambiarás tu destino laboral. Seguirás topándote con estudios muy recientes que concluyen, como muchos otros desde hace años, que la gente no se va de las empresas, sino de sus jefes. De los malos jefes. Si eres uno de los afectados por un superior que te hace la vida un poco más difícil cada día, lo primero que debes plantearte es huir de tu compañía. Pero si decides quedarte puede haber un consuelo: no todo tiene que ser una desgracia laboral. Puedes sacar partido de tener un jefe mediocre, inepto, egocéntrico, micromanager, intimidador o narcisista... Aunque no lo creas, es posible convertir la frustración de esa lamentable presencia en un desarrollo profesional que te sirva para el futuro. No dediques tiempo y esfuerzo a quejarte de tu jefe, sobre todo si quienes reciben tus quejas no forman parte de la solución. Si no puedes evitar instalarte en la queja perpetua, ten la sensatez de irte. Un superior perjudicial puede provocar que te automotives y cultives la resiliencia Paco Muro, presidente de Otto Walter en España, aconseja que, cuanto antes, te plantees una pregunta, ante la evidencia de un superior que te amarga la carrera profesional: ¿puedo cambiarlo? "Si es así, busca un mejor sitio donde entregar tu talento. Si la respuesta es 'no', lo mejor es ir a lo práctico y analizar cómo se pueden aprovechar mejor las limitaciones de quien manda. Desde ahí, encuentra tu camino y disfruta". Si vives diariamente la relación profesional que te impone un mando tóxico terminarás yéndote, porque de lo contrario tu talento quedará desaprovechado. Pero un superior aparentemente perjudicial puede provocar también que tiendas a automotivarte; que te autorregules y tomes distancia emocional, para que esa situación no te afecte. Ovidio Peñalver, socio director de Isavia, cree que "tener un jefe con antivalores supone poder aprovechar ese antimodelo para saber cómo no se deben hacer las cosas y qué tenemos que evitar". Con un jefe inepto que no brilla, tú puedes destacar más profesionalmente Peñalver recuerda la frase de Friedrich Nietzsche, quien decía que "lo que no te mata te hace más fuerte": En este caso se trata de cultivar una resiliencia sana de la que puedes salir fortalecido si no mueres en el intento. "Es como aceptar un entrenamiento muy duro. A corto plazo, un mando tóxico te lleva a salir fortalecido de una situación complicada", asegura el socio director de Isavia, que añade que "cuando hayas aprendido a sobrevivir, podrás encontrar otros alicientes en la relación diaria con ese superior nefasto. Y descubrirás algunas lecciones que te servirán para el futuro y harán un poco más llevadera esa pequeña condena profesional". El mal jefe al que debes sufrir cada día invita a descubrir tus propias fortalezas y debilidades. Sirve además para reafirmar tus valores: si el que te manda actúa con valores desviados o antivalores es necesario que mantengas los propios. José María Gasalla, profesor de Deusto Business School, cree que "algo positivo que podemos sacar de tener un superior malo es que somos capaces de gestionar la adversidad; de mantener nuestro equilibrio y aguantar. También nos mueve a buscar otras formas de relación, y es una gran oportunidad de gestionar lo transversal". Nuevas fortalezas La paciencia adquirida para tolerar y lidiar con tu jefe es algo que te servirá fuera y dentro de tu trabajo y de tu organización actual. Uno termina haciéndose más diplomático y adquiere la capacidad para manejar situaciones complicadas. Ovidio Peñalver explica que "un mando perjudicial te impulsa a buscarte la vida con tus superiores, pares y clientes. Te lo pone más difícil, pero estas dificultades te harán más intuitivo. Puedes llegar a tener más impacto e influencia". Tienes la posibilidad de experimentar y tener un grado de autonomía superior En esa tesitura de buscarse la vida que implica la convivencia con un superior tóxico, hay que tener en cuenta que usar el sentido común y las propias habilidades creativas puede llevarte a cualquier parte y hará tu trabajo más fácil y llevadero. Visto de esta manera, un mal jefe te vuelve más creativo, sobre la base de que el tipo de situaciones que provoca favorecen la exigencia y que un profesional agudice el ingenio, o que prepare más y mejor las cosas. Además, en un entorno de aparente frustración profesional por culpa de quien te manda puedes identificar cuál es el trabajo que realmente deseas hacer. Preocúpate entonces de conocer a los protagonistas del departamento en cuestión y relaciónate con ellos. Demuéstrales tu utilidad y lo que vales; y construye una relación con un mentor e involúcrate en iniciativas corporativas. Aunque tu jefe puede boicotear estos intentos, debes mantenerte visible y ampliar tu círculo por si necesitas contrarrestarlo. En este sentido, Peñalver advierte de que, "con un mal jefe que no brilla profesionalmente, tú puedes destacar más, y si te ganas su confianza, incluso puede llegar a apoyarse en ti". Paco Muro cree que "tener un superior mediocre puede suponer ventajas profesionales interesantes: No hablamos de un jefe impresentable, sino del que no sabe, no controla y que, además, muchas veces ni siquiera está. No ejerce. Si eres un buen profesional, las oportunidades que todo esto implica son, para empezar, que quien manda probablemente te dejará hacer y se meterá muy poco en tu día a día y en tus decisiones. Por un lado, si es temeroso, tratará de no complicarse la vida. Como ni sabe ni controla, si tú 'vas haciendo' no podrá pararte. Si es que se entera, que parece algo improbable". Muro añade que "una ventaja evidente es la posibilidad de experimentar y de tener un grado de autonomía superior. Será posible que te encargues de tareas y funciones que normalmente no estarían a tu alcance, ya que tendrás que hacer todo eso que el jefe no sabe. Y eso te dará una visibilidad y ciertas experiencias de aprendizaje muy interesantes". En ciertos casos, la gente empieza a funcionar dentro de la organización sin estos mandos incompetentes. En esta especie de ninguneo se crean redes paraleas al jefe. Normalmente, quienes se rebelan contra ese mando inepto sólo tienen dos opciones: crear esa red alternativa que funciona sin tener en cuenta al superior o irse de la compañía. En la mayoría de las ocasiones, los jefes incompetentes están demasiado ocupados prestando toda su atención a los aduladores, con lo que no tienen tiempo de preocuparse por las redes paralelas que surgen a su alrededor. Y éstas siguen funcionando. Gasalla añade la oportunidad de buscar aliados más allá del jefe: "Esto te acostumbra a trabajar sin alguien que te mande, y te impulsa, entre otras cosas, a convertirte en intraemprendedor dentro de la propia organización". Además, el profesor de Deusto Business School señala que la convivencia profesional con el mando perjudicial "potencia competencias como el propio riesgo de enfrentarte con ese mal jefe, y te lleva a no ser tan complaciente ni a conformarte con el hecho de 'estar' simplemente en una empresa. Indudablemente, esto te hará mucho más fuerte en el futuro". Paco Muro cree que "es bueno saber jugar en el tablero que te toque. Si tienes un jefe torpe, pero inofensivo, puedes quejarte amargamente de que estás huérfano de mando, que te faltan indicaciones, apoyos, etcétera… Pero también puedes dar la vuelta a la situación y centrarte en la mejor manera de aprovechar esta circunstancia. Podrás estar en reuniones a las que, con otro jefe más en su sitio, no irías; será posible que lleves los proyectos desde el principio hasta el final; tendrás más posibilidades de aprender. Será por tu cuenta, pero no deja de ser aprender. Es como hacer un máster sobre la vida real... Por el que te pagan". Muro advierte de que "cuando te hayas desarrollado, el puesto se te quedará corto y ya será un incordio seguir con ese jefe. Pero para entonces sabrás más, estarás mejor preparado –si has hecho los deberes–, estarás mucho mejor relacionado y es más que probable que alguien se haya fijado en tu buen hacer. Así que llegado el momento, no lo dudes, ponte a cobrar el esfuerzo de haber estado buscándote la vida y sacando todo adelante tú solo".

sábado, 29 de marzo de 2014

¡¡¡ESE CURRÍCULO QUE TRAES NO SIRVE PARA ENCONTRAR UN TRABAJO!!!


Ese currículo que traes no sirve para encontrar un trabajo 

Para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus 'éxitos' pasados y la forma 'tradicional' en la que los vendes. Piensa si dedicar demasiado tiempo a esto merece la pena cuando buscas un empleo. Puede ser que todos los esfuerzos que pones en tu currículo (CV) resulten baldíos si confías demasiado en estrategias que ya se han quedado anticuadas o son claramente ineficaces. Ni que decir tiene que la posibilidad de embellecer o exagerar tu trayectoria (lo que comúnmente se conoce como mentir) difícilmente te llevará al éxito. Tal vez debas plantearte si merece la pena que te empecines en fórmulas ineficaces. Debes reflejar fielmente tu realidad profesional ante empleadores que necesitan acertar a la primera con candidatos que sean verdaderamente efectivos. Y además de esto, debes diferenciarte del resto y adaptarte a modelos y estrategias poco tradicionales. Ten en cuenta que todo lo que has hecho y que relatas con tanto detalle e ilusión en tu currículo puede aplicarse sólo parcialmente a las funciones que tendrás que desempeñar en la empresa que ahora te pretende. Hay quien encaja en determinadas culturas corporativas y no lo consigue en otras. La historia anterior en otra empresa no se repite en la nueva, y por esto se dan grandes fiascos en lo que tiene que ver con la adecuación de las personas a determinados perfiles. Quien analiza tu pasado laboral a través del currículo y trata de pronosticar tu comportamiento futuro se dará cuenta de que tu historia anterior en otra empresa no suele repetirse en la nueva. UN CV DIFERENTE Jack Moore no consiguió su trabajo soñado a través de un currículo tradicional. Deseaba ser guionista, y decidió crear 'Modern Seinfeld Twitter' desde donde tuiteaba las historias que George, Jerry, Elaine y Kramer estarían haciendo en el mundo de hoy. Eso le proporcionó un trabajo en televisión. La simple lectura de tu vida laboral ya no permite percibir qué tipo de empleado eres. En demasiadas ocasiones, los procesos de selección tienden a evaluar de manera preeminente el currículo, cuando lo correcto es evaluar a la persona, no su trayectoria. Es un error examinar vidas laborales sin entrar en detalle a sondear acerca de las capacidades. Lo que se puede trasladar realmente de una situación a otra son las competencias. Éstas pueden ayudar a predecir la aptitud, pero no la actitud de un candidato. Por si esto no fuera suficiente, un gran porcentaje de las ofertas de trabajo no se publican, o ya están asignadas antes de que comience el proceso de selección. Existe un mercado laboral oculto, y el networking es la manera más efectiva de encontrar esos empleos que no están publicitados. Además, Internet ha dado una sensación de falsa seguridad a quienes se limitan a aplicar para posiciones online y esperan a ver qué pasa. Sus currículos suelen quedar apilados junto con los de miles de buscadores de empleo. Es una especie de agujero negro difícil de gestionar. En todo caso, el afán desmedido por hacer del currículo tu arma principal –y muchas veces porque te pasas de vueltas en tu afán por distinguirte– puedes dejar de lado algunos detalles importantes o, lo que es peor, cometer errores imperdonables. l . Lo primero que debes tener en cuenta es que cada vez menos empleadores muestran interés en la historia de que cuentas en tu CV y se interesan más por comprobar qué puedes hacer en realidad. Quienes buscan trabajo tienen que trabajar muy duro para demostrar que pueden ofrecer verdadero valor para el futuro empleador. Los contenidos de tu CV deben reflejar fielmente los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto. 2. Aunque creas que está bien trabajada, tu vida laboral puede mostrar que en realidad no conoces ni tu propio CV, o que no tienes dominio sobre él. Hay candidatos, especialmente aquellos con poca experiencia, que tienden a incluir largas listas de habilidades, aunque luego son incapaces de argumentar inteligentemente acerca de ellas, y mucho menos describir los proyectos o logros relacionados con esas capacidades y virtudes profesionales. En estos casos, el posible empleador puede pensar que has mentido por tratar de darte demasiado brillo. Recuerda que el objetivo del currículo es conseguir una entrevista de trabajo, y todo se vendrá abajo cuando te pongas frente al entrevistador si te has vendido por encima de tus posibilidades. 3. Debes ser consciente de que las exageraciones y falsedades en los datos que facilitas en tu vida laboral rara vez te llevarán a conseguir el objetivo del empleo. Las referencias, junto con la documentación que se solicita, son mecanismos eficaces de control en un escenario en el que se suele mentir más en los perfiles menos cualificados y en el que lo más habitual, además de en idiomas, es faltar a la verdad en experiencia y funciones. 4. La incapacidad para gestionar tus "perfiles sociales" también puede llevarte al fracaso. No olvides que algunas tendencias internacionales hablan de la posibilidad de que los empleadores puedan otorgar en un futuro cercano una importancia determinante a nuestra actividad en las redes sociales. Así, los siete últimos años de actividad en Twitter, Facebook, LinkedIn y otras plataformas similares pueden ser analizados cada vez que busquemos trabajo. Se nos calificará y juzgará por esa actividad, que podría llegar a tener tanta relevancia como el currículo. The Wall Street Journal explicaba recientemente que "Twitter se ha convertido en una nueva bolsa de trabajo. Es el nuevo currículo". Según esto, los portales de empleo tradicionales y el recurso al currículo resultan cada vez más ineficaces, y por eso los reclutadores tienden a soluciones como el uso de esta red social para poner en ella ofertas de trabajo, buscar candidatos e investigar perfiles que puedan resultar interesantes. Jack Moore ha sabido aprovechar esta nueva corriente. Es además un ejemplo de cómo los candidatos deben perseguir sus oportunidades de carrera profesional creando un contenido diferente en sus currículos y convirtiéndose en una marca personal atractiva que llame la atención de los posibles empleadores. Las redes sociales pueden ayudar a esto. Moore deseaba trabajar como guionista y, en vez de diseminar currículos, decidió utilizar Twitter para demostrar qué es capaz de hacer y quién es realmente: creó Modern Seinfeld y estuvo seis meses tuiteando historias que los protagonistas de la serie Seinfeld podrían hacer en el mundo actual. Con ese peculiar currículo, la realidad de lo que es capaz, Moore fue contratado por Fox como guionista de la serie Us & Them.


domingo, 23 de marzo de 2014

¿SON LOS 45 AÑOS UN MURO AL EMPLEO?



Por qué los mayores de 45 años tienen oportunidades laborales 

 Una holgada experiencia, contactos y adaptación al cambio son algunas de las credenciales de un sénior en un proceso de selección. Emprender y trabajar por proyectos son algunas de sus opciones. "Más de veinte años de carrera, reconocidos méritos, responsable de un equipo de decenas de personas y capacidad de liderazgo". Con esta carta de presentación, ¿qué seleccionador de personal podría resistirse a sus encantos? Quizá uno de los que se niegan a contratar a mayores de 45 años. Por desgracia, los números certifican que casi la mitad de los parados cercanos a los 50 llevan más de dos años sin trabajar. Sin embargo, todavía hay oportunidades profesionales para ellos. Marisa Lategui, consultora del área de directivos de MOA BPI Group, asegura que hay ofertas para este colectivo: "En concreto, como directivos ya que en este ámbito se valora significativamente la experiencia". No obstante, la forma de contratación ha cambiado. La responsable de MOA BPI recuerda que ahora se suelen utilizar fórmulas como el intering management, o trabajo por proyectos para altos ejecutivos con experiencia; y como autónomos. Sectores y perfiles Según Pablo Urquijo, director general de Experis Perm, "tecnología e ingeniería son dos sectores en los que los mayores de 45 años, por edad y experiencia, siguen siendo bastante demandados. Sobre todo para posiciones a nivel internacional". Además, aquellos que no son absorbidos por el mercado laboral por exceso de demanda han optado por poner en marcha sus propios proyectos. Urquijo asegura que muchos de ellos se han reciclado en coaches, formadores o especialistas por proyectos. Orestes Wensell, director comercial de Lee Hecht Harrison, se hace eco de un tópico en el mercado laboral: "cuanto más cerca estás de los 45 años, más difícil será volver a trabajar si has perdido tu empleo”. Wensell rompe una lanza a favor de este segmento de la población y afirma que los problemas no vienen tanto por la edad, sino por el nivel de cualificación de ese profesional y su adaptación al nuevo entorno. No cree, por tanto, que haya uno o varios sectores en los que se reclame el fichaje de estos profesionales, sino que sus posibilidades de ser contratados de nuevo pasan por su nivel de profesionalidad, su expertis, su valor y las aptitudes que les hacen diferentes frente a otros candidatos más jóvenes. La actualización y formación continúa son garantía para conservar un puesto de trabajo En este sentido, lo que buscan las empresas en estos profesionales, según Latiegui, es "flexibilidad, capacidad de adaptación, orientación a resultados, innovación y experiencia". Urquijo considera que estos profesionales no sólo tienen un bagaje de, al menos, 20 años, "lo que aporta conocimiento, trayectoria y solidez. Además, están acostumbrados a trabajar en equipo en distintos entornos: escenarios de crisis y de crecimiento, con lo que su amplia experiencia es un valor que pueden aportar a las compañías que les den una nueva oportunidad y decidan contratarles". Aún así, los números hablan por sí solos y este colectivo es uno de los más damnificados por la crisis del mercado laboral. "Por una cuestión de costes", dice el directivo de Experis, "al final, alguien que tiene más experiencia es más costoso para una empresa y cuando ha llegado la crisis lo primero en lo que se ha recortado es en los profesionales con un gasto laboral más alto". Barreras A pesar de contar con un arsenal de habilidades y experiencia capaz de derrotar en un proceso de selección a cualquier aspirante recién salido de la universidad, estos candidatos también encuentran muchas barreras: "Perfiles más jóvenes que sepan realizar sus funciones y la banda salarial", puntualiza el director comercial de Lee Hecht Harrison, quien advierte de que hay una realidad indiscutible ahora en el mercado: "se demanda una mayor flexibilidad salarial en todos los niveles, también para los séniors, y te puedes encontrar una bajada en el sueldo de en torno al 25% según funciones". Wensell también cree que otro de los retos a los que se enfrenta este colectivo es el de la continua actualización en ciertas áreas o para determinados sectores como el márketing que se está dirigiendo hacia el mundo online. "Se generan desajustes en este sentido. Y puede ser debido a que, quizá, en el pasado no logramos aprender a gestionar nuestra carrera profesional y a mantener un grado de actualización continuo, de nuestros conocimientos, nuestras habilidades y capacidades", denuncia este directivo. La tecnología juega un papel muy importante en la reincorporación de estos profesionales al mundo laboral. Laura Jiménez, consultora de intermediación laboral de MOA BPI Group, cuenta, sin embargo, que cada vez con más frecuencia "las firmas de recolocación trabajamos con este colectivo para que se adapte a los avances tecnológicos. Y en este proceso, lo más importante es la actitud, tomárselo como algo importante en su reciclaje". Y es que, si hacemos caso a los dichos populares, "más vale el diablo por viejo que por diablo".

viernes, 14 de marzo de 2014

POR QUÉ NO ESTAMOS PREPARADOS PARA TRABAJAR HASTA LOS 75 AÑOS.


Por qué no estamos preparados para trabajar hasta los 75
La más que probable prolongación de la edad de jubilación plantea un nuevo entorno laboral en el que convivirán cuatro generaciones con demandas personales y aspiraciones profesionales distintas. Las organizaciones se enfrentan a un gran desafío en la gestión de personas que pasa por el diseño de políticas que fomenten la flexibilidad y la aportación de valor al margen de la edad. Como si se tratara de una proclama que invita a una vida laboral grata, hay quien ya empieza a pregonar que los 75 años son los nuevos 65 como meta de la carrera profesional. Parece claro que la evolución demográfica obliga a posponer la edad de jubilación, pero la cuestión es si las organizaciones y los empleados están preparados para trabajar diez años más. The Economist Intelillence Unit y Towers Watson han planteado esta pregunta a un total de 480 altos ejecutivos en toda Europa y ha recogido las conclusiones en el estudio: Is 75 the new 65? Rising to the challenge of an ageing workforce. Como era de esperar, nos enfrentamos a un panorama laboral envejecido: el 71% de los consultados piensa que la proporción de empleados mayores de 60 años se incrementará en 2020; y el 22% espera que lo haga de manera significativa. En Europa viven 1,6 personas por cada una en edad de trabajar, y para 2060 se estima que seran dos. La proporción de personas dependientes mayores de 65 años frente a las empleadas es aún mayor: se incrementó del 21% en 1992 al 27% en 2012; y alcanzará el 52% en 2060, salvo que aumente aún más la edad de jubilación. Parece más que evidente que las organizaciones no pueden mantenerse ajenas a esta realidad que obligará a una transformación de la gestión de personas. Gregorio Gil de Rozas, responsable de previsión social de Towers Watson, advierte de que "el colectivo en edad de trabajar, entre los 20 y 64 años aproximadamente, alcanzó su punto máximo en 2012. A partir de entonces el descenso de la tasa de natalidad se está dejando notar... De manera que no va a permitir que haya un reemplazo generacional. En nuestro caso, se une una presión por parte de los sistemas públicos de pensiones, que no funcionarán a menos que se alargue la edad de jubilación". Según este experto, las empresas aún no están tomando cartas en el asunto, "tienen una visión muy a corto plazo y focalizada en el coste; y normalmente las personas de más edad tienen un sueldo superior a los recién incorporados, pero también lo que aportan es superior... En estos momentos vivimos una época de tránsito". Algunos directores de recursos humanos son conscientes de esta situación y valoran la aportación de los perfiles más senior. Juan Pedro Herrera, de Lilly, reconoce que «tenemos que adaptarnos a una realidad que difiere de la de hace unos años en la que la gente se incorporaba a una edad más temprana y se retiraba antes. Las medidas planteadas auguran que habrá que posponer la edad de jubilación. Las organizaciones tenemos que ser más flexibles para asumir ese reto, pero también la administración. Hoy por hoy el sistema público de pensiones es muy rígido». Por otra parte, Herrera tiene claro que "la gente con experiencia aporta un valor determinante en la agilidad en la toma de decisiones que una persona de menos edad tarda más tiempo en descubrir". También Jorge Muñoz, director de recursos humanos de Amper, señala que la clave está en gestionar la diversidad y cree que, aunque las empresas están preparadas, "tienen que asumir la flexibilidad a la hora de incorporar a personas con más conocimiento. Está claro que una persona por encima de 65 ó 70 años no suele estar dispuesta a asumir jornadas laborales muy intensas, ni tiene las mismas ambiciones profesionales ni personales de un profesional más joven». Asimismo, Dulce Subirats, directora de recursos humanos de Mutua Madrileña y presidenta de la Asociación Centro de Aedipe, afirma que "la globalidad nos ha permitido aprender a gestionar la multiculturalidad y ahora parece que el reto está en gestionar las diferencias generacionales. Es necesario desarrollar medidas que integren los deseos de seguridad en el puesto de los más mayores con el trabajo por proyectos y en remoto de los más jóvenes". Transformación La perspectiva de cuatro generaciones trabajando a la vez también plantea nuevos retos. Carlos Ortiz-Cañavate, socio responsable de la práctica de People and Change de PwC, señala que "las organizaciones se van a enfrentar a personas que quieren hacer carrera frente a otras que piensan en cómo cobrar su pensión. Se va a hablar de lealtad en otros términos; los profesionales permanecerán en la empresa porque les gusta trabajar en ella. Y no sólo el departamento de personas, cada jefe de área va a ser responsable de asumir la función de director de recursos humanos sobre su equipo. La estrategia consiste en que los porqués de la organización sean asumidos por toda la plantilla". Ortiz-Cañavate ya habla de un futuro global en el que se diferenciará entre el trabajo y la subsitencia: "Los salarios serán más globales y habrá más movilidad. Se valorará más el conocimiento como tal, no sujeto a un sector ni a un país. Y, en este contexto, me pregunto cuál será el papel de los representantes legales de los trabajadores". El auténtico reto para Moisés Arrimadas, director de recursos humanos de DHL Supply Chain, "será ver la aportación del individuo al equipo cuando unos y otros no estén juntos. En un entorno global, el gran desafío será fidelizar al ingeniero de Kabul que, debido a su situación geográfica, gane menos que el operario de grúa de San Francisco". Por esta razón, Joaquín de Lasheras, director comercial de Talentia Software, cree necesario "diseñar e implementar políticas corporativas que vayan acorde con las necesidades de un negocio visto desde una perspectiva global, pero que se ajustan a la legislación y necesidades locales y de colectivos concretos". Eugenio Soria, director de recursos humanos de Siemens, también cree que ante una plantilla más diversa, «hay que construir cada vez más sobre la responsabilidad individual, la confianza en los buenos profesionales. 'La única puerta que nunca podrás forzar es la que permanece abierta'. Todo colaborador debe identificarse con sus objetivos, su rol y su aportación al éxito conjunto". Soria afirma que "cuando puedes construir sobre estas bases no necesitas fichar, basar la gestión en controlar continuamente a los demás. Te puedes dedicar a liderar". Para Judith Ruiz de Esquide, directora de recursos humanos de L’Oréal España, su estrategia pasa por la gestión individualizada –"en mi equipo cuento con un puesto que se dedica al desarrollo de técnicas de medición y seguimiento el talento individual"– y la flexibilidad: "Estamos trabajando en un proyecto para dotar de nuevas tecnologías y ganar en portabilidad de manera más generalizada dentro de la organización". Un sistema basado en el cumplimiento de objetivos es lo que, según Blanca Gómez, directora de recursos humanos de Microsoft, les ha ayudado a que "las personas se responsabilicen de sus tareas sin necesidad de controles como el de presencia o el de horario". Esta directiva hace referencia a un informe elaborado por IDC para lamentarse de que las empresas españolas aún no confían en un modelo de trabajo flexible ni en los beneficios que proporciona: "Según ese estudio, sólo el 13% de las compañías tiene implantada una política que fomenta este modo de trabajar. Sin embargo un 60% considera que este modelo aumenta la productividad". Y no sólo se trata de flexibilidad. Un escenario en el que convivan personas por encima de los 65 años pone sobre la mesa, según Fernando Bayón, director general de la EOI, un nuevo planteamiento: "Para las personas de más edad el reconocimiento profesional es vital, así como la forma de comportarse con ellos, la confianza es la palabra clave y a partir de ahí la flexibilidad que necesiten. También requieren ser considerados por su talento, siendo consejeros de personas relevantes y de prestigio en las empresas. Y un aspecto fundamental es crear foros para compartir sus experiencias, y cátedras para que puedan enseñar a los pupilos y al resto de la plantilla". Cuatro desafíos para gestionar personas Fernando Bayón, director general de EOI, prevé cuatro cambios que tendrá que asumir el área de recursos humanos para gestionar la diversidad: Organizativos. Las personas de más edad y responsabilidad pasarán a segundo plano, convirtiéndose en mentores de jóvenes y gran talento. Jornadas. El talento se debe medir por resultados, no por presencia. Estrategia. Se pasará de una planificación y organización estratégica del trabajo a la gestión de la incertidumbre en tiempo real. Entorno. Habrá que crear espacios físicos y emocionales para que la innovación fluya por varios cauces.

miércoles, 5 de marzo de 2014

ESE CURRÍCULO QUE TRAES NO SIRVE PARA ENCONTRAR UN TRABAJO


Ese currículo que traes no sirve para encontrar un trabajo 

Para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus 'éxitos' pasados y la forma 'tradicional' en la que los vendes. Piensa si dedicar demasiado tiempo a esto merece la pena cuando buscas un empleo. Puede ser que todos los esfuerzos que pones en tu currículo (CV) resulten baldíos si confías demasiado en estrategias que ya se han quedado anticuadas o son claramente ineficaces. Ni que decir tiene que la posibilidad de embellecer o exagerar tu trayectoria (lo que comúnmente se conoce como mentir) difícilmente te llevará al éxito. Tal vez debas plantearte si merece la pena que te empecines en fórmulas ineficaces. Debes reflejar fielmente tu realidad profesional ante empleadores que necesitan acertar a la primera con candidatos que sean verdaderamente efectivos. Y además de esto, debes diferenciarte del resto y adaptarte a modelos y estrategias poco tradicionales. Ten en cuenta que todo lo que has hecho y que relatas con tanto detalle e ilusión en tu currículo puede aplicarse sólo parcialmente a las funciones que tendrás que desempeñar en la empresa que ahora te pretende. Hay quien encaja en determinadas culturas corporativas y no lo consigue en otras. La historia anterior en otra empresa no se repite en la nueva, y por esto se dan grandes fiascos en lo que tiene que ver con la adecuación de las personas a determinados perfiles. Lo que relatas puede aplicarse sólo parcialmente a las funciones que tendrás que realizar Quien analiza tu pasado laboral a través del currículo y trata de pronosticar tu comportamiento futuro se dará cuenta de que tu historia anterior en otra empresa no suele repetirse en la nueva. La simple lectura de tu vida laboral ya no permite percibir qué tipo de empleado eres. En demasiadas ocasiones, los procesos de selección tienden a evaluar de manera preeminente el currículo, cuando lo correcto es evaluar a la persona, no su trayectoria. Es un error examinar vidas laborales sin entrar en detalle a sondear acerca de las capacidades. El objetivo del CV es conseguir una entrevista de trabajo, y ahí se puede desmontar todo Lo que se puede trasladar realmente de una situación a otra son las competencias. Éstas pueden ayudar a predecir la aptitud, pero no la actitud de un candidato. Por si esto no fuera suficiente, un gran porcentaje de las ofertas de trabajo no se publican, o ya están asignadas antes de que comience el proceso de selección. Existe un mercado laboral oculto, y el networking es la manera más efectiva de encontrar esos empleos que no están publicitados. Además, internet ha dado una sensación de falsa seguridad a quienes se limitan a aplicar para posiciones online y esperan a ver qué pasa. Sus currículos suelen quedar apilados junto con los de miles de buscadores de empleo. Es una especie de agujero negro difícil de gestionar. En todo caso, el afán desmedido por hacer del currículo tu arma principal –y muchas veces porque te pasas de vueltas en tu afán por distinguirte– puedes dejar de lado algunos detalles importantes o, lo que es peor, cometer errores imperdonables. * Lo primero que debes tener en cuenta es que cada vez menos empleadores muestran interés en la historia de que cuentas en tu CV y se interesan más por comprobar qué puedes hacer en realidad. Quienes buscan trabajo tienen que trabajar muy duro para demostrar que pueden ofrecer verdadero valor para el futuro empleador. Los contenidos de tu CV deben reflejar fielmente los talentos y habilidades que eres capaz de ofrecer en el nuevo puesto. * Aunque creas que está bien trabajada, tu vida laboral puede mostrar que en realidad no conoces ni tu propio CV, o que no tienes dominio sobre él. Hay candidatos, especialmente aquellos con poca experiencia, que tienden a incluir largas listas de habilidades, aunque luego son incapaces de argumentar inteligentemente acerca de ellas, y mucho menos describir los proyectos o logros relacionados con esas capacidades y virtudes profesionales. En estos casos, el posible empleador puede pensar que has mentido por tratar de darte demasiado brillo. Recuerda que el objetivo del currículo es conseguir una entrevista de trabajo, y todo se vendrá abajo cuando te pongas frente al entrevistador si te has vendido por encima de tus posibilidades. * Debes ser consciente de que las exageraciones y falsedades en los datos que facilitas en tu vida laboral rara vez te llevarán a conseguir el objetivo del empleo. Las referencias, junto con la documentación que se solicita, son mecanismos eficaces de control en un escenario en el que se suele mentir más en los perfiles menos cualificados y en el que lo más habitual, además de en idiomas, es faltar a la verdad en experiencia y funciones. * La incapacidad para gestionar tus "perfiles sociales" también puede llevarte al fracaso. No olvides que algunas tendencias internacionales hablan de la posibilidad de que los empleadores puedan otorgar en un futuro cercano una importancia determinante a nuestra actividad en las redes sociales. Así, los siete útimos años de actividad en Twitter, Facebook, LinkedIn y otras plataformas similares pueden ser analizados cada vez que busquemos trabajo. Se nos calificará y juzgará por esa actividad, que podría llegar a tener tanta relevancia como el currículo. The Wall Street Journal explicaba recientemente que "Twitter se ha convertido en una nueva bolsa de trabajo. Es el nuevo currículo". Según esto, los portales de empleo tradicionales y el recurso al currículo resultan cada vez más ineficaces, y por eso los reclutadores tienden a soluciones como el uso de esta red social para poner en ella ofertas de trabajo, buscar candidatos e investigar perfiles que puedan resultar interesantes. Jack Moore ha sabido aprovechar esta nueva corriente. Es además un ejemplo de cómo los candidatos deben perseguir sus oportunidades de carrera profesional creando un contenido diferente en sus currículos y convirtiéndose en una marca personal atractiva que llame la atención de los posibles empleadores. Las redes sociales pueden ayudar a esto. Moore deseaba trabajar como guionista y, en vez de diseminar currículos, decidió utilizar Twitter para demostrar qué es capaz de hacer y quién es realmente: creó Modern Seinfeld y estuvo seis meses tuiteando historias que los protagonistas de la serie Seinfeld podrían hacer en el mundo actual. Con ese peculiar currículo, la realidad de lo que es capaz, Moore fue contratado por Fox como guonista de la serie Us & Them.